Ayato y Tú

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Dedicado a: Imxdisxster-

Cold Blooded Hell


Por mi cuello aun se deslizaban hilos de sangre a medida que avanzaba con prisas por la calle, estaba nerviosa y las rodillas me temblaban con cada paso apresurado que daba para conseguir alejarme definitivamente de la mansión; casi estaba corriendo y dolía... Mis muñecas inflamadas se ocultaban bajo la chaqueta de Ayato, estaba despeinada y nerviosa, el pecho me latía con fuerza, me costaba respirar y varias veces tuve la sensación de que el oxígeno desaparecía de repente para robarme la consciencia; sin embargo, no podía permitirme desmayarme, sería mi fin si lograban atraparme.

Todo comenzó hace algunos meses, cuando fui llevada a una mayestática y aterradora mansión. Me habían dado la misión de tutear a ciertos chicos en sus estudios, pero aquello sólo era una cruel mentira en mi contra para encubrir que en realidad me habían ofrecido como un sacrificio. Incluso hoy me arde el pecho al recordar la traición y el engaño que me dirigieron a ese horrible lugar, en donde estuve presa bajo las espantosas torturas de los hermanos Sakamaki.

Me habían atacado desde un principio, quiero decir, sólo se abalanzaron sobre mí tras verme, desgarrándome la ropa y la piel en busca de mi sangre, sometiéndome al pánico, especialmente cuando comencé a notar su fuerza sobrenatural; pero Ayato los detuvo y me llevó lejos... aunque sólo lo hizo para poder degustarme en secreto, regalándome una dolorosa mordida de bienvenida. Escapar se veía como un sueño en ese entonces, no obstante, ahora, sólo pocos minutos habían pasado desde que me separé de tal cruenta realidad.

El malestar físico parecía incrementarse a medida que me abría camino hacia la estación de trenes. Agradecí que Ayato dejara su cartera en los bolsillos de la chaqueta, de lo contrario estaría en problemas. Debía apurarme, mas las manos no dejaron de temblarme incluso al comprar el boleto del último tren.

Mi cabeza se llenaba cada vez más de imágenes trágicas y sanguinolentas durante la espera, aunque el tren no tardó en llegar. Me acurruqué en uno de los asientos al fondo del vagón, aferrándome en la chaqueta de Ayato, inundando mis pensamientos con su olor; era casi como si él me abrazara. Entonces, una sensación melancólica penetró en mí y comencé a llorar en silencio porque yo tendría toda la culpa si algo llegaba a pasarle, si sus hermanos descubrían que me había ayudado a escapar del destino de "la novia" de la mansión Sakamaki.

Flashback

El manto negro nocturno se asomó por mi ventana poco antes de la medianoche y un cielo sin luna ni estrellas aparecieron ante mi vista cuando me vi acorralada en la alcoba de mi habitación. Laito, uno de mis predadores, estaba particularmente enojado porque me negué a desnudarme ante él.

—¿Debería arrancarte la ropa aquí? ¿A la vista de todos? —sonrió maliciosamente—. Eres una pervertida.
—¡No! —sollocé, rogando por ayuda, ya no podía soportarlo más.

Ignorándome, Laito se abalanzó sobre mí, apresando mis muñecas con tal fuerza que creí que iba a quebrármelas. Grité entre dolor y miedo cuando asomó sus colmillos por sobre mi cuello y me mordió, no obstante, no tuvo tiempo de servirse de mi sangre a gusto cuando Ayato lo apartó bruscamente de mí y se interpuso entre su hermano y yo como una barrera protectora. Nuevamente me estaba ayudando... ésa única persona con la que a veces sólo me apetecía quedarme por siempre.

—¡¿Es que acaso planeas matarla, maldito pervertido?! —gruñó Ayato.
—¿Y qué si esa era la idea? —respondió el otro— ¡Apártate! Estoy en medio de mi cena.
—No.

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⏰ Última actualización: Apr 06, 2017 ⏰

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