Para mi, eres perfecto//YoonMin

~ Eres ~

Jimin soltó un largo suspiro mientras cerraba la portátil que acababa de utilizar.  Sabía que no debía prestar atención a todo aquello, pero igual, después de leerlo no podía evitar sentir una opresión en su pecho. Tonto de su parte fue no hacer otra cosa luego de levantarse.
Jamás se ha sentido seguro de si mismo, aún no logra verse al espejo y decirse "Soy hermoso" con total seguridad o darse siquiera algún cumplido, por lo que esos estúpidos comentarios no le ayudan en nada.

Sale de su habitación y se encamina a la cocina, con pasos pesados logra llegar y se sirve un poco de agua. Empieza a elevar el vaso para dirigirlo a su boca, pero ahí está de nuevo, su mente le hace recordar esos absurdos comentarios. Siente sus ojos picar, pero se convence de que esto no lo merece, o eso se hace creer.

El silencio impregnado en el aire le hace saber que no hay nadie en casa.
-Supongo que mi hyungs salieron mientras dormía- fue lo que pensó. Volvió a suspirar y dejó el vaso en la alacena. Nuevamente comenzó a caminar, como si le pidiera permiso a cada pierna antes de moverla, yendo ahora hacia la sala. Sí, definitivamente le habían afectado, tal vez ver algún programa le ayudaría a distraerse un rato.

Al llegar a la sala notó que la tv estaba encendida, -Creí que estaba solo- susurró. Luego logró vislumbrar una silueta en el sillón del centro, ese que quedaba justo frente a la tv. Sonrió ligeramente, conocía a la perfección esa silueta. Caminó lentamente hacia el sillón y se sentó tratando de hacer el menor ruido posible.

-Hyung...-soltó débilmente a modo de susurro, mientras se apegaba lo más que podía a la persona a su lado, logrando rodear la cintura del contrario con sus cortos brazos y posando delicadamente su cabeza en el hombro de su hyung. Giró su cabeza un poco logrando rozar su nariz en el cuerpo del contrario, a su pequeña nariz le encantaba impregnarse del olor que caracterizaba a su hyung, lo hacía relajarse, sentirse cálido, sentirse protegido, sentirse como en casa, esa era de sus cosas favoritas por hacer.

-Minnie -besó su frente- ¿hasta que despiertas, eh? Jin y el resto salieron de compras, dejaron que siguieras durmiendo porque te hemos notado muy cansado últimamente.-habló cálidamente hacia el menor y volvió a besar su frente, está vez por más tiempo.

-Hyung...-volvió a susurrar Jimin mientras elevaba su rostro dirigiendo su mirada hacia el mayor.

-Mio-dijo Yoongi y besó fugazmente la pequeña nariz del menor- Este hermoso hombre es mio- volvió a besarlo cortamente, pero esta vez en los labios.
Cuando posó su mirada en la de Jimin, logró darse cuenta que algo acongojaba al menor. Apagó la tv y centró su total atención en él.- ¿Minnie que pasa?

-Yoongi hyung, ¿realmente cree que soy  hermoso?- djo con la voz débil, a punto de quebrarse y con ojos llorosos.

-Cariño, lo volviste a hacer ¿cierto?- Yoongi lo miraba con el ceño levemente fruncido, no estaba enojado, sino preocupado.

-Hyung, lo sé, lo siento. Sólo me daba un poco de curiosidad...-su voz sonaba débil, empezó a sollozar un poco- ...obviamente sigo siendo alguien débil e influenciable.- hizo un puchero que Yoongi catalogó como adorable e irresistible de besar, así que inmediatamente posó sus labios sobre los contraios creando un sonoro beso, de esos que a Jimin le encantaban.

Jimin logró relajarse un poco y esbozó  una leve sonrisa mientras Yoongi limpiaba unas lágrimas traicioneras que lograron escaparse de los hermosos ojitos del contrario, quien sorbió su nariz.

Yoongi se removió en el sofá, de manera en que Jimin quedó prácticamente recostado sobre él, sus rostros estaban a centímetros. Sus brazos estrecharon al cuerpo del menor como queriendo transmitirle, a traves de ese abrazo, cuánto le amaba. Juntó sus frentes, sus narices se tocaban, ambos mantenían los ojos cerrados y una respiración lenta que golpeaba delicadamente el rostro del contrario. Se quedaron así por varios minutos. Sólo disfrurando de esa cálida cercanía.