Capítulo 3

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Alfredo tenía que verla de nuevo.

Ya no importaba que sentía por ella, en ese momento no lo tenía claro, solo necesitaba verla, encontrar sus ojos.

Estaba seguro de que cuando la viera todo sería más claro... Podría descubrir que era lo que sentía... si ella sentía lo mismo.

Mónica estaba aún pensando en lo de ayer, jugueteaba con su pulsera... Nerviosa.
Quería encontrárselo rondando por los pasillos pero aún no se sentía lista para verlo frente a frente.

Ese día justo en la tarde, cuando era hora de irse, una brisa suave y un cielo ligeramente nublado se cernía sobre ellos.

Mónica lo vio a lo lejos, tratando de mojarse lo menos posible por lo que amenazaba en convertirse en una lluvia realmente potente.

Alfredo estaba tan concentrado en lo suyo con la lluvia que solo vio su silueta de espaldas pasar fugazmente delante de su automóvil por las calles. Todo el día quiso verla... Y aunque no vio sus ojos le pareció suficiente... ¿Pero para qué ?

Por los pasillos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora