Todos conocían su nombre, todos estaban conscientes de sus raras actitudes y de sus modismos anormales. Todos sabían perfectamente que Min Yoongi probablemente padecía de esquizofrenia o algún problema mental grave.
Siempre se sentaba en el paradero cerca de un viejo colegio abandonado. Estaba ahí desde temprano y no se movía por absolutamente nada. Podía llover, podía haber una fuerte ventisca y sin embargo nunca se movía. Estaba ahí como si nada, con el rostro imperturbable y la mirada vacía.
Muchos intentaron hablarle. Muchos quisieron ayudarle pero la respuesta siempre fue negativa. Min Yoongi era una persona extraña con pensamientos extraños, parecía pertenecer a otro mundo, estaba demasiado ido.
— Nunca hables o mires a Min Yoongi. — Fue lo que Namjoon, el mejor amigo de Hoseok le susurró una vez al oído.
Notorias eran sus ganas de hablarle. Lo veía y algo en su interior se removía. Podía llamarle tristeza o empatía, no sabía muy bien lo que era pero el solo verlo ahí, totalmente indefenso y desprevenido ante el mundo le hacía sentir con ganas de al menos intentar charlarle.
Más nunca podía hacerlo. Hoseok era un chico alegre y carismático que siempre salía con uno que otro amigo. Cada vez que llegaba a ese paradero lo hacía en compañía de alguien y nunca se le presento la oportunidad de saludar al famoso Min Yoongi.
Pero lo veía.
Le gustaba observarlo y trazar con su mirada cada pequeño detalle de su rostro. A Hoseok, Min Yoongi se le hacía una persona impresionante que probablemente tenía muchas cosas que decir.
Quizá y las personas nunca hacían la pregunta indicada y por lo tanto recibían respuestas absurdas. Quería creer eso, que en verdad Min Yoongi no estaba loco y todos esos solo eran rumores de gente ociosa que buscaba inventar cosas para pasar el rato.
Las personas solían siempre buscar lo malo en todo. Las personas preferían hacer caso de los rumores antes que de las acciones. Cegados por la estupidez, transformándose casi en animales que solo actuaban por instinto, sin razonamiento alguno.
Hoseok no quería ser uno más del montón. Él deseaba marcar la diferencia y demostrarles a todas esas personas que Min Yoongi era un chico normal, que simplemente gozaba de contar con una perspectiva distinta pero seguía siendo una persona común y silvestre.
La oportunidad perfecta llego una fría tarde de invierno donde por algunos problemas personales Namjoon no le pudo acompañar hasta el paradero.
No se afligió, al contrario, estaba tan feliz de poder finalmente establecer una conversación con aquel sujeto misterioso. Estaba ansioso, al punto de querer comerse las uñas. Su corazón latía con fuerza y debía de admitirlo, le costó un montón acercarse a hablarle.
No era por los prejuicios ni nada de eso. Hoseok pensaba que Min Yoongi era demasiado bonito, demasiado intimidante. Nunca antes se había sentido de ese modo, era la primera vez que experimentaba ese sentimiento pusilánime y se hallo extrañado por ello.
El paradero estaba absolutamente vacío, solo eran ellos dos aparentemente esperando un autobús que jamás llegaría.
Y Hoseok se preguntó, ¿Qué esperaba tanto Min Yoongi en aquel lugar? ¿Cómo vivía, como se alimentaba? Eran tantas las interrogantes que podrían ser contestadas si se acercaba.
El frío calaba sus huesos y dio unos cuantos saltitos para entrar en calor. Su autobús pasó dos veces pero no tenía la intención de marcharse sin antes haber hablado con Min Yoongi. Aunque si seguía así le llegaría la madrugada.
El valor era algo que le sobraba. Hoseok era una persona valiente, arriesgada, feliz. Pero no podía siquiera mirar esos encantadores y pequeños ojos felinos.
Se giró dramáticamente quedando justo frente a aquel chico que tanto le hacía pensar.
Ambos se miraron sin decir palabra alguna. Yoongi nunca demostraba alguna emoción, Yoongi siempre tenía ese rostro de indiferencia. Sus ojos no mostraban ni una chispa, era como estar observando a una persona sin sueños o esperanzas, a alguien tan triste y perdido. La sensación era como hundirse en un océano donde sabías que te ibas a ahogar. Hoseok ya comenzaba a sentirse asfixiado.
— ¿A quién esperas tanto? — Fue la única cosa coherente que logro decir.
Yoongi agachó la cabeza y volvió a centrarse en la nada. Era como si no sintiera frío o calor, como si viviera en un mundo apartado del resto de seres humanos.
— A Dios. — Contestó con simpleza.
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Nota: Holens espero mis yoonseok los lea alguien :( io soi felih kuando me leen xdxdxd. Nah pero espero les guste un poquito a el publico jeje. No es religioso si eso creen, o quien sabe, Yoongi es un personaje raro. Les quiero y amare más si leen mis yoonseok. Carlitos se va :$. Carlaflin fuerans.
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Frívolo ✦ Yoonseok
FanfictionNo te juntes con Min Yoongi, él esta loco. ✦ Slice of life. ✦ Historia original. No acepten garcas. ✦ Respeten el yoonseok, paz.