【Capítulo 3】

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Sin poder terminar ella me abrazo fuerte tomándome por sorpresa. Pero un grito hizo que reaccionara.

Mire hacia la entrada y era Mikasa con una gran sonrisa.

Acaricie la espalda de [TN], no quería abrazarla ahora, pero al mirar a Mikasa, le guiñe un ojo e hice un ademán para que entrara a su escuela.

••Día 5••

Ya íbamos por el día cinco, me daba un poco de pereza volver a levantarme otro día para abrazarla dos segundos e irme.

Suspiré derrotado, empezando a salir de la cama de mi amante.

— ¿A dónde iras? —me pregunto somnolienta.

—Debo hacer un trabajo—comente arreglándome.

— ¿Volverás? —pregunto sentándose en la cama.

—Obviamente—comente dándole un beso.

Salí de la casa para dirigirme a la dirección dada por [TN].

Al llegar al lugar, era un gran parque con bancos y juegos.

Me acerque a donde estaba ella para sentarme a su lado.

—Ya llegue, acuerdat... —me interrumpió sin dirigirme la mirada.

—No tienes tiempo—termino por mí.

Siempre le decía lo mismo cuando hacíamos los abrazos, para irme más rápido.

—Ten—me dio un tupper azul, para luego darme un abrazo de varios minutos.

No quise tocarla; pero cuando se separó de mí, se fue sin decir nada.

Me levante y mire el tupper, siempre me traía la comida.

Suspiré y empecé a tirar el alimento a la basura incluyendo el objeto, para irme con las manos en los bolsillos.

••Día 15••

Ya van quince días con este juego, cada vez quiero ir a ver los diferentes lugares.

Hace unos días me hizo abrazarla en una iglesia, hoy quien sabe qué hará.

Me dirigí con el auto hacia un ¿Hospital?

Suspiré desganado entrando al lugar, era normal ya hacer estas cosas absurdas.

Camine hacia a ella, estaba sentada con otro tupper entre sus manos.

—Ya llegue—comente desinteresado.

Ella solamente me entrego el tupper, me abrazo fuerte y se fue sin decir nada.

Abrí el compartimiento y era mi comida favorita.

Suspiré nuevamente y me fui al auto sin tirarla para empezar a comerlo allí, mi nueva pareja se le había olvidado darme alguna vianda para comer estos días.

Me recordaba muchas cosas esos diferentes sabores que pasaban por mi boca.

••Día 20••

Iba corriendo, se me hacía tarde para encontrarme con ella.

No había comido nada, y el día estaba horriblemente frío.

Llegue a un muelle, donde se suponía que nos encontraríamos. Me quede viendo el mar, me hizo recordar que su padre trabajaba aquí.

Pero un peso entre mis hombros me quito de mis pensamientos.

—Perdón por llegar tarde—comente rápidamente al girarme.

—Tranquilo—comento con una sonrisa.

Me quede quieto mientras ella me colocaba bien un saco y una bufanda que deje en la casa.

Sin decir más, la abrace. Si, la abrace yo.

Ella se sorprendió ante tal acto, que al tiempo me correspondió el abrazo.

Se sentía tan bien hacerlo, sentir el aroma a su shampoo en mi nariz, su calor de su pequeño cuerpo junto al mío. ¿Por qué estás pequeñas cosas me hacían sentir bien?

Ella se separó y miro al mar con melancolía.

—Me debo ir—comento a los minutos para retirarse.

Sentía un pequeño dolor en mi corazón, no quería que se fuera pero tampoco quería que se quedara.

••Día 29••

Vamos Levi, solamente quedan tres días y ya podrás estar con tu chica. Me mentía yo solo.

Mire el reloj, y fui corriendo hacia el lugar acordado.

Era una secundaria, fruncí el ceño al verlo. Ninguno de los dos íbamos a esta secundaria.

Me acerque a ella, estaba con el pelo hecho a una trenza y su hermosa piel pálida.

—Hola [TN] —dije con una leve sonrisa.

—Hola Levi—saludo ella con su característica sonrisa que me enamoraba.

Ahora que veía bien, tenía esos hermosos ojos grises, que me atraparon desde el primer momento que la vi, su hermosa sonrisa y hasta sus respiraciones amaba.

Sin decirnos más, nos abrazamos.

Duro mucho más que los días anteriores, no quería separarla de mí.

Su calor me reconfortaba, amaba ese lindo sentimiento que me daba al abrazarla, me sentía como el YO del pasado. Que esperaba horas y horas ah que sean las horas de reencontrarnos.

—Ten—me entrego un tupper pequeño, extrañaba sus comidas desde ayer.

—Gracias, ¿Quieres tomar algo? —pregunte como excusa para que no se fuera.

—No gracias, debo irme—dijo para después retirarse.

【Treinta y dos ¿Abrazos?】•Levi Ackerman•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora