Oscuridad, eso es todo lo que hay en mi mente ahora. De verdad espero que esto no sea el fin del mundo, porque es muy triste. Me esperaba algo más bonito.
Mis ojos se abren de golpe y todo lo que veo es oscuridad otra vez, por ende no estoy viendo nada.
No sé dónde estoy, pero sé que huele a humedad y a algo más que no sé reconocer.
Inconscientemente empiezo a chillar, cuando siento como algo empieza a subir por mi pierna.
Una luz se enciende y entra lo que parece ser una persona... ah no perdón, un demonio.
-¿Angelo?- le pregunto incrédula.
-Hola Cat- me dice con una sonrisa- siempre es un placer volver a verte.
Me levanto como puedo y me dirijo hacía él.
-Eres un cabronazo de mierda.
- Y entonces abres esa bocota que tienes y deja de ser un placer. Mi dulce Cat.
-Y para mí la vida siempre es un placer hasta que apareces tu y me la arrebatan.
Suelta una sonora carcajada y eso sólo hace que me entre más rabia.
- Si no te importa estaba muy bien sola con mi querida oscuridad, así que ahora vete.
Pedazo de mierda.
-Me encantaría, pero no puedo hacer eso, tengo que llevarte a que hables con alguien.
- No quiero hablar con nadie, sólo quiero que me dejes tranquila.
- Ya, pero no va a poder ser, lo siento.
Me coge a la fuerza y me lleva por un largo pasillo. La claridad de lo que parece ser el sol hace que mis ojos se cierren y no vea por donde me lleva.
-Sueltame, puedo ir yo sola.
-¿Segura?- me pregunta Angelo con un suave tono de voz.
-Sí.
,
Me suelta y casi me caigo, así que con la misma me vuelve a agarrar.- Pues yo creo que no, así que de momento te llevaré yo.
Bufo pero callo y dejo que me lleve. No me queda otra. Es eso o quedarme tirada en el suelo hasta que me pueda mover. Y tiene pinta de estar frío.
El largo pasillo lleva a tres puertas y a una gran sala. Al contrario de lo que yo creía Angelo no me lleva a la gran sala, sino que me mete por una de las puertas.
— Ahora tienes que cenar.
—Resulta que no me apetece— es mentira, me muero de hambre, como si llevara meses sin comer, pero no le daré el gusto de que lo sepa.
—Pero resulta que tienes que hacerlo— ¿como se atreve a usar mis propias palabras contra mi?
Se va encerrandome en esta habitación con la comida en la mesa.
Tengo hambre, pero no quiero comer, a saber si me van a drogar o algo.
Que tontería, como si nos hiciera falta drogarte.
Sé que esa voz no es mía. Más que nada porque es una voz grave y masculina.
Por supuesto que no es tu voz.
Ya me he dado cuenta de que no es mi voz, pero entonces ¿de quién es?
¿No me reconoces?
Pues la verdad es que no.
Después de tanto tiempo, y no me reconoces.
—¿Angelo?
Así es.
—¿Puedes salir de mi cabeza? Me molestas.
Termina de comer, debajo del plato hay una servilleta, deja ahí el pollo, no te lo comas bajo ninguna circustancia, luego sal y dame la servilleta.
-¿Qué pasa si no me apetece?
¿Te la quieres jugar?
-Pues la verdad es que no.
Entonces has lo que te digo, te espera un día muy largo, Cat.
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Dos Velas Para El Diablo 3 Esto No Ha Acabado
FanfictionCat vuelve al ataque después de todo lo que ha tenido que pasar. ¿Conseguirá esta vez resolver lo que tanto tiempo lleva intentado resolver?