Simplemente Amigos - Bennoda

El comienzo.

Mi nombre es Chester, Chester Bennington para más información, tengo 17 años, a punto de los 18, aún asisto a la preparatoria, estoy en mi último semestre. En fin, todo comenzó hace más o menos 2 años y medio ó tal vez un poco más...

Primer día de clases, escuela nueva, la mayoría de mis amigos (Realmente todos) se fueron a otras escuelas, mientras que yo tenía que estar aquí, con todas estas personas nuevas. Mi novia (Con la que ya nada andaba bien) Talinda, se había ido a otra preparatoria fuera de la ciudad. Aquí sin ningún conocido odiaba ver ese primer día a las parejas felices que se reencontraron después del periodo vacacional de verano ¿Es que acaso tenían que demostrarle a todos que se amaban?; me daban asco, pero realmente sentía más envidia de ellos.

En fin, contaba que mi novia se había ido fuera de la ciudad a estudiar, pero las cosas no iban muy bien, pues últimamente siempre discutíamos, desde que se había ido sólo hablábamos por mensajes y ella era muy cortante, realmente ese primer día no puse atención a nadie, yo sólo pensaba en ella, aún cuando estuviésemos enojados, pues en casa me habían enseñado a respetar las relaciones, nunca le haría daño a ella aún cuando se enojara conmigo. ¿Quién entiende a las mujeres? Siempre se enojan por nada, sobre todo alguien con un carácter tan inestable como Talinda.

Llegó el momento como en cada inicio de clases de presentarnos, la dinámica era así: El primero de la fila se presentaba, decía lo que le gustaba y lo que hacía por las tardes, el segundo decía todo lo que había dicho el primero y decía sus propios datos, el tercero decía lo del primero y el segundo además de sus propios datos y así sucesivamente, allí fue cuando maldije por sentarme casi en la otra punta del salón y hasta atrás. Bueno, tocó mi turno, dije los datos de los que me acordé y acerté, así que procedí a decir mis datos:
- Mi nombre es Chester Bennington, me gusta componer canciones, me gusta el rock  y dibujar. Por las tardes escucho música y leo un poco.- Sonreí para no verme tan amargado; lo mío nunca fue hablar en público, me sudaban las manos, tratando de ocultarlo tomé mi asiento.
Excelente, ahora íbamos al revés, realmente yo ya no quería volver a hablar, así que odié al chico que se olvidó la música que me gustaba, el profesor me pidió que lo repitiera, así que lo hice:
- Me gusta el rock-. Repetí de forma casi grosera.

El resto del día transcurrió bastante normal, aunque debo admitir que no hice amigos pues estaba preocupado con la situación que tenía con Talinda, pues a pesar de todo sentía que la quería, al menos eso pensaba con mis apenas 15 años. Años después descubriría que estaba muy equivocado.

Terminó el día de clases, ese día salía 12:30, mi madre pasó a recogerme, siempre había hecho eso y parecía que nunca lo dejaría de hacer, era su único hijo y decía temer que me pasara algo, pero más bien yo creía que eran celos. Después de todo mi padre la había abandonado conmigo cuando yo tenía 4 años y él se había ido con otra mujer. Pero a veces sentía que exageraba, realmente no me dejaba tener novia, a Talinda sólo la podía ver en la escuela y desde que habíamos salido de vacaciones sólo la había visto una vez en la reunión que habíamos hecho en grupo de despedida; a la que fui con gran esfuerzo, ya que mi madre no me quería dejar ir.

Llegamos a casa e inmediatamente le mandé un mensaje a Talinda "Hola, amor, ¿Cómo estás? ¿Qué tal tu primer día? ❤" A pesar de que estábamos enojados yo quería saber de ella. Un cuarto de hora después recibí su repuesta "Hola, muy bien, me fue bien" igual de cortante que siempre. Me enojé y ya no le respondí, arrojé el celular a alguna parte de mi habitación y fui a comer.

Mi madre nunca se interesaba mucho en mi vida escolar y esta vez no fue la excepción, comimos mientras conversábamos sobre temas triviales. Así se fue el día sin nada importante, sin que Talinda me mandara un sólo mensaje, llegó la noche y le mandé su mensaje de buenas noches, como el buen idiota que era, sin recibir respuesta.

Me bañé pensando en que tal vez debería dejar esa relación atrás, pero no me atrevía, sentía que quería a Talinda pero también sentía que ya no era feliz con ella, llevábamos a penas 9 meses juntos, pero a veces pensaba que sólo habíamos sido felices los primeros 2 meses, habíamos cortado y vuelto muchas veces, tal vez era momento de dejarla ir.