XIII.

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Ya tenían el permiso. A partir de este momento su obligación era escoger bien sus preguntas, las mismas requerían responderse con un "Sí" o un "no". Mariana hacía las preguntas.

—Comencemos con esto... El día que te ocurrió esto, ¿Fuiste a una fiesta? —Un parpadeo—. Bien. En esa fiesta ¿Había gente de la universidad? -Un parpadeo.

—Se lo dijimos —exclamó Genesis.

—¡Callate Genesis!

—Sí, aún no sabemos quiénes estaban ahí. —dijo Abby.

Volvieron a la profesora.

—Bien. ¿Estuvieron ahí... Las chicas del comité? —Un parpadeo seguido de un silencio.

—¿Crees que tuvieron algo que ver? —Un parpadeo.

Las chicas no podían creerlo. La verdad estaba frente a sus ojos.

—Es ilógico —dijo Ari.

—No. La emborracharon para que tuviera un accidente. ¿Verdad? —Mariana hizo que todas miraran a Carla. Un parpadeo.

—¿Y si no fue intencional? —Para Abby—. Digo se emborracho y tuvo el accidente. ¡Por Dios! Esto no prueba nada.

—Alguien la empujó... —Ángel estaba recostado en la pared con las manos cruzadas.

—¿Qué quieres decir? —La curiosidad de Mariana aumentó.

—Profesora... ¿Una de ella te acompañó a tu casa? —Ángel ignoró a Mariana. Doble parpadeo.

—¿Hubo alguien más? —Ari preguntó. Un parpadeo.

—¿Quién? —Cris lanzó la pregunta.

—Idiota. No puede responder eso —dijo Mariana.

—No me llames idiota. Además no era para ella.

—Alguien quería hacerle daño a la profesora Carla. Ahí tienen algo para buscar —Manifestó Ángel.

—Lo bueno es que sabemos que las chicas no tuvieron nada que ver —Iris quería recolectar información antes de hablar.

—La fiesta fue para ponerla en ese estado. ¿No estás poniendo atención? —Marina quería culparlas como diera lugar.

—Debemos investigar eso. El director debe saber algo —Observó Génesis.

—No le preguntaremos nada al director —Dijo Ari.

—Miren Carla nos quiere avisar algo —Cris observó un movimiento peculiar en sus ojos.

—Está apuntando a sus bolsillos. ¿Tienes algo en tus bolsillos? —preguntó Mariana. Un parpadeo—. Con su permiso.

Metió la mano en sus bolsillo y lo único que encontró fue un papel que ponía lo siguiente.

Tenemos que hablar.

Vera.

Teniendo un nombre solamente debían preguntar.

—¿Vera? La profesora Vera. ¿Ella te empujó?

Nunca un parpadeo había tenido tanta importancia como ése. Ese pequeño movimiento delató a una posible asesina, una persona que quería acabar con otra a como diera lugar; a menos, que la profesora Carla mintiera. A las chicas se le dificultaba creerlo. Nadie se le ocurría la participación de otra persona. ¿Cuál había sido la razón? Era una pregunta muy compleja.
Mariana y Génesis querían confirmar que las chicas del comite estuvieran involucradas.

Universidad de asesinos #pgp2025 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora