Capítulo único

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28 de Julio de 2007. 

Estaba seguro de que se meterían en problemas.

El chico de no más de trece años retorcía sus manos y jugueteaba con sus dedos, nervioso puesto que no se suponía que estuviera ahí. Miraba hacia todos lados temiendo que alguien lo reconociera, lo arrastrara de vuelta al hotel, llamara a su madre y lo regresaran a Inglaterra por fugarse. No entendía cómo su acompañante lucía tan tranquilo.

-Louis... deberíamos regresar - murmuró sin dejar de voltear hacia los lados mientras avanzaban.

-Tonterías, no va a pasar nada - respondió el otro chico sin si quiera acortar sus pasos, se podría decir que incluso iba saltando mientras se acercaban al escenario principal. 

Eran dos estudiantes de un colegio privado en Londres, sus calificaciones los habían hecho merecedores de un lugar en la excursión de ese ciclo escolar que consistía en un viaje a California durante una semana con el propósito de visitar todos los sitios turísticos posibles, pero el irreverente Louis Tomlinson se había involucrado en un juego de póker contra un muchacho local mucho mayor que ellos la noche anterior, ganando así dos entradas para el festival que se presentaba en el Hyundai Pavilion. A diferencia de él, Louis no era popular, no se llevaba con nadie más, así que era de esperarse que fuera él a quien recurriera a toda velocidad para que lo acompañara.

Había conocido a Louis un par de años atrás, cuando éste fue transferido a aquella escuela y a pesar de haber sobresalido académicamente desde el primer día, no parecía tan bueno en socializar, las veces que hablaba con alguno de sus compañeros terminaba haciendo alguna broma que la otra persona no tomaba bien y optaban por alejarse. Sin embargo a Harry le agradaba y comenzaron a llevarse bien, al ser su único amigo, Louis pasaba tardes enteras en casa de Harry, ya fuera haciendo tareas o mirando películas. Se habían vuelto muy cercanos en realidad. Con el paso del tiempo Harry había llegado a la conclusión de que sin Louis estaría perdido, él le daba cierta emoción y alegría a su vida, no era la primera vez que lo persuadía para romper las reglas, además no era feo. Sin embargo seguía arrepintiéndose a cada paso que daba de haber aceptado aquella invitación.

Harry además de ser el rostro conocido en toda la escuela, era recto, educado y muy moralista, sus calificaciones eran las más altas de la clase y a estas alturas seguía preguntándose cómo es que se dejó convencer. Ni siquiera le gustaban las bandas que se presentaban. Solamente continuaba mirando a su alrededor en espera de que alguien los encontrara tras descubrir que no estaban en el hotel terminando sus respectivos trabajos sobre el Museo Militar de Inland Empire, que habían visitado esa tarde.

Louis lo llamó varios metros más adelante, frente al escenario principal donde ya había encontrado un sitio desde el cuál podrían ver bien. No era muy tarde, pero ya estaba oscureciendo y aún faltaban dos bandas por presentarse, Harry suspiró sonoramente metiendo las manos a los bolsillos y encontrándose ahí con un par de billetes.

-Voy por comida ¿te traigo algo? - Preguntó a un entusiasmado Louis.

-No, estoy bien - respondió con una gran sonrisa. Harry se encogió de hombros y comenzó a caminar hacia donde había visto un carrito de snacks. - ¡Mas te vale no escaparte, Styles! Prometo que esto va a ser bueno - gritó cuando Harry ya había avanzado algunos metros.

We're All In Love Tonight || Larry Stylinson - One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora