Esta historia empezó un julio del 2015, todo mientras me encontraba en el medico juntos a mis padres debido a un chequeo que me hacían cada 3meses por estudios de migraña el cual afectaba mi estilo de vida y diferentes partes de mi cuerpo pero esta vez fueron los riñones.
Mientras revisaban mis exámenes médicos me consiguieron un pequeño desgaste en los riñones también llamado como arenilla que a medida del tiempo pueden formar cálculos, al cual me mandaron un tratamiento en varias inyecciones semanales en diferentes partes del estómago, abdomen, riñones y el hígado para evitar esta infección. La cual empezaron a realizarme el mismo día por una enfermera amiga cercana a mi familia, a diferencia que desconocíamos que este tratamiento se hacía por tipo de sangre y me lo inyectaron directamente sin haber tomado esta precaución.
Más tarde en el mismo día empecé a sentirme mal y a sangrar por diferentes partes de mi cuerpo, me llevaron inmediatamente a la clínica donde me colocaron este tratamiento y después de tantos estudios y pruebas llegaron a la conclusión que había sido porque el tratamiento no era compatible con el mismo tipo de sangre que tenía, esto me debilito tanto el cuerpo que cada día que pasaba me sentía peor.
Dos días después el doctor me dio a tomar una decisión de estas dos opciones; Vivir un aproximado de 6 meses o Realizarme un trasplante en el cual era de un 10% las posibilidades de sobrevivir. Tarde varios días en tomar esta decisión debido a mi familia y amigos porque no era algo fácil pero decidí la primera opción que era esperar mi muerte y disfrutar cada día como si fuera el último.
Cada día que pasaba era un día menos que contar, veía como mi familia se desmoronaba poco a poco, como mis padres peleaban por mí al igual de como lloraba mi mama y eso me partía el alma, me destrozaba por dentro más de lo que estaba por fuera y aun así me dedique a vivir mis días con ellos y también parte sin ellos... Asistía al liceo solo para caminar y no quedarme en mi casa viendo como todo se iba a la borda, donde solo iba hablar con mi mejor amiga y otra que era como mi hermana; en parte me sentía triste por contarles lo que me pasaba y cada vez se sentía peor las cosas y sobre todo mi mejor amiga me dedicaba todo el día a mí, me ayudo demasiado cuando la necesite, aunque no estuviera en persona siempre que veía mi teléfono estaba un mensaje d ella preguntando "como estas", "como te sientes", y así sucesivamente pasaron días, semanas y ella seguía ahí y poco a poco me fui enamorando de ella pero el problema es que ella tenía su novio y yo me estaba involucrando demasiado.
Hubieron días que no pude dormir, otros que no me daban sueño y poco a poco me sentía menos por dentro, empezaron las mentiras en mí, lo hacía porque no me gustaba ver sufrir a las demás personas a mi alrededor y también por mi misma arrogancia la cual me llevo a perder muchos amigos y amigas tanto así que le mentí a la única persona que siempre estuvo apoyándome y no era de mi familia, mi mejor amiga. La perdí como un tonto solo por pensar y hacer lo que yo creía que era lo mejor para ella y no era lo mejor sino que mis sentimientos no me hacían ver las cosas como en realidad lo eran. Después de cometer esta estupidez quise enmendar mi error aunque creo que lo que hice fue cagarla más y quería volver a empezar a luchar por sentirme bien solo para poder enmendar mi error con ella pero ya era muy tarde, ya era diciembre y estaba en una cama en la clínica esperando que el tiempo decidiera que pasaría conmigo.
Al tercer día de estar hospitalizado ya no sentía los pies y me sentía demasiado deshidratado, al cuarto día entre en coma por 5 días o 6 no lo recuerdo, pero para mí, solo fue un sueño donde viví toda mi vida y veía como se acababa. Pero fue algo diferente que nunca había experimentado porque me sentía completo, el tener hijos, verlos crecer, estar con mis padres ahí aunque se hubieran ido pero los había disfrutado, todo esto me llevo a sentirme en algo irónico algo que jamás pensé que podría suceder como lo es el infinito.
Al despertar en la cama de la clínica lo primero que vi fue a mi madre llorar en la orilla de la cama y me sentí tan triste que prometí nunca dejarla sola, al poder moverme y ella al verme me sentí tan Yo, que recordé muchos momentos que viví con ella y ella todavía lloraba pero de alegría. Pero yo no me sentía igual que los días anteriores, me sentía que podía lograr todo lo que me pusiera por delante y eso empecé hacer, fue como una segunda oportunidad en mi vida y poco a poco fui reaccionando bien, aunque los médicos decían que era algo inexplicable, yo decía que todo pasaba por alguna cosa y cada tratamiento que me hacía me ayudaba a mejorar poco a poco durante 13 meses los cuales los dedique principalmente a mí y a mi familia.
Intente recuperar mi amistad con mi mejor amiga la cual nunca pude lograr, mi amiga-hermana nunca volvimos hacer como antes porque se enamoró y se olvidó de sus amigos, nunca pude volver a jugar baloncesto como lo hacía antes, nada volvió hacer como antes pero aunque no fuera como antes quise dar lo mejor de mí y hasta ahora es lo que eh hecho.
#Nada en esta vida dura para siempre, por eso lucha por lograr todo lo que te propones porque hay muchas personas que quisieran hacerlo y no pueden.
Basada en la vida real.
INavy