Prólogo

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Tamy trataba de seguirme el paso y detenerme. Cada vez que tomaba mi brazo, tiraba de el y yo simplemente me zafaba de su agarre.

-¡Kenny! ¡Detente! – Escuche como tropezaba con sus altos tacos- ¡Carajo!

Me detuve a visualizar los autos aparcados. Allí estaba el Porsche negro de Owen.

Tamy me tomo de los hombros y me enfrento. De su cartera colgaban sus zapatos (¿Cómo demonios colgó sus zapatos a la cartera?), estaba descalza al igual que yo.

-¿Acaso perdiste la cabeza? No puedes hacer esto, ni siquiera sabes si lo que dijo Lauren es verdad.

-Él sabe dónde está. Lo sabe y no lo quiere decir. Estoy cansada de su mierda – con mi mano libre, quiete sus manos de mis hombros – deberías irte Tamy, la policía vendrá.

No espere su respuesta, simplemente corrí hasta el Porsche negro con el bate en alto. En el momento en que el bate se estrelló contra el capo del auto, sentí que algo se apodero de mí. No me importo que Tamy me gritara, y que algunas personas que pasaran por allí, se quedaran mirando sorprendidas.

Me subí al abollado capo, y esta vez impacte el bate contra el parabrisas. Vidrios comenzaron a volar. Cuando fue el turno de romper las ventanillas, mis pies descalzos comenzaron a sangrar a causa de los vidrios, pero no me importo. Destrocé  solo dos ventanillas, iba a por la tercera cuando un fuerte brazo me tomo de la cintura. Patalee tratando de que me soltara, pero era muy fuerte. Solo en ese momento me percate de la cantidad de personas que había a mí alrededor, y de la fuerte alarma que sonaba en el auto.

Dark PlacesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora