Parte única

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La leyenda cuenta que hace miles de años, el hijo del rey celestial Namjoon, conocido como Jungkook, tenía un increíble talento para tejer, y desarrollaba su talento a orillas del río Amanogawa que es nuestra Vía Láctea. El rey Namjoon estaba encantado con las telas que hacía su precioso hijo, y éste le complacía cada día de su vida, algo que le impedía conocer a alguien de quien enamorarse, lo cual lo entristecía profundamente.

Siempre soñaba con su príncipe azul, con dulces besos, con calurosos abrazos y actos de amor. Alguien que rompiese su monotonía.

Namjoon, al ver la tristeza de su querido hijo, decidió planear un encuentro entre él y un pastor que estaba al otro lado del río Amanogawa, Taehyung, para mejorar el estado de ánimo del príncipe. Cuando ambos se encontraron, el amor surgió inmediatamente entre los dos que quedaron prendados uno del otro. Tanto amor se tuvieron, que Jungkook se fue a vivir con el pastor. Lo ayudaba en sus momentos difíciles, con las tareas, el ganado y la casa.

No mucho tiempo después se casaron, y poco más tarde tuvieron una hija. Se podría decir que vivían felices, pero el amor no siempre es justo y puede cegarnos de la realidad, y eso fue lo que ambos hicieron, se olvidaron de su realidad.

Tiempos difíciles vinieron.

Jungkook dejó de tejer y Taehyung descuidó su ganado dejándolo que se desperdigara por todo el cielo. Namjoon observó furioso dicha irresponsabilidad y separó a los amantes cada uno a un lado del río Amanogawa como castigo por su comportamiento. Todos los días se tenían que ver sin poder abrazarse o tocarse y eso era peor que no verse. 

Pero un padre es un padre, y al ver las lágrimas de su hijo por no poder ver a su amado decidió hacer algo por él. Le prometió que volvería a ver a su amado, pero solo una vez cada año, el séptimo día del séptimo mes, solo si él había cumplido con sus tareas.

Muy contento, el príncipe aceptó inmediatamente y se dispuso a trabajar con esmero para ver a su amado ese año. Pero el destino a veces es cruel y al llegar el séptimo día del séptimo mes se dio cuenta que no podía acercarse a su amado, pues no había puente que atravesara el río Amanogawa. Ambos amantes estaban tristes en las orillas del río, y el príncipe comenzó a llorar desconsolado por su desdicha.

Pero esto es una historia de amor, y no puede terminar de esta manera. El príncipe lloró tanto en ese momento, que una bandada de urracas vino atraída por ese llanto tan triste, observaron la situación en la que el príncipe estaba y le prometieron que ellas harían de puente cada año, siempre y cuando no lloviera. Es así como los amantes consiguieron verse cada año, y cuando llovía, debían esperar al año siguiente para poder consumar su amor.

Esta tradición se originó debido a que en verano siempre hay una lluvia de estrellas por las fechas que se mencionan en la leyenda, dicha tradición consiste en que los japoneses cuelguen en palos de bambú papeles con sus deseos la noche de la lluvia de estrellas, para pedirle a Jungkook y Taehyung que sean concedidos, posteriormente son colocados en un río o son quemados, algo muy parecido a la tradición de los barcos de papel y las velas conocida como Bon Odori.


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