CAPITULO 1: "ESE MISTERIOSO CHICO"

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Relata Laura Blair

Otro año más que tengo que el ir a Hogwarts, otro año para aprender a manejar mí magia y ser una gran hechicera como mis padres.
Me levanté de la cama, me vestí con ropa simple, para que los muggles no sospechen nada, agarré mí equipaje y partimos a La estación King's Cross, nos dirigimos a la plataforma 9¾ donde tenía que abordar el tren, me subí, me puse mí túnica de la casa Slytherin y partimos hacia Hogwarts. Después de un largo viaje, al fin llegué, me dirigí hacia el gran comedor, donde me encontré con mis compañeros, ya íbamos a cursar nuestro 5to año en el colegio. Después del gran banquete, me fui a mí habitación, extrañamente, yo era la única estudiante del colegio que no tenía compañero de habitación.
Con mis amigos habíamos decidido juntarnos en La sala común de Slytherin a las 22hs PM. En mi camino hacia La sala común, me crucé con un chico bastante atractivo que vestía una túnica de Slytherin, tenía el pelo negro y lacio, sus ojos eran de un color marrón oscuro, tenía un cuerpo bastante delgado; pero lo que más me llamó atención fue su sonrisa, era perfecta. Me quedé mirándolo, el chico pasó por al lado mío y atrás lo seguía una serpiente, fue algo muy raro, juraría que incluso lo oí hablar en Parsel.
Seguí mí camino hacia la sala común. Allí me encontré con mis amigos y amigas, pero no les dije ni una palabra sobre aquel chico que había visto.
La junta finalizó a la 1AM, nos divertimos mucho, comimos dulces y tomamos whisky de fuego, que mí amigo Bernard le había robado a su padre.
Estaba volviendo a mí habitación cuando La misma serpiente que seguía a aquel chico anoche, pasó al lado mío, me asusté y empecé a caminar rápido mientras mantenía fija la mirada en el reptil, cuando regresé la mirada al frente choqué con el chico y se le cayó una extraña varita, era toda negra con un colmillo aparentemente de serpiente en la parte trasera. La levanté, le devolví la varita al chico y logré escuchar su voz, era suave y ronca a la vez, me dijo: -Gracias... Y discúlpame por haberte chocado. Me quedé muda, el chico se levantó y siguió su camino, me llené de valor y le grité: - ¡Nos vemos mañana a media noche en la sala común!. El misterioso chico volteó y respondió sonriendo: - Está bien, pero que nadie se entere. Guiñó el ojo y rápidamente se fue.
Llegué a mí habitación, me acosté y en lo único que podía pensar, era en él, en ese misterioso chico.

Mi decimosegundo HorrocruxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora