*Advertencia superior*
–¿Tyler? ¿Regreso a su cama?– Pregunté preocupada.
Dimitri frente mío negó mirándome cansado, era de noche y no lo había visto a el ni a mi madre en ninguna vez en el comedor.
– Abogue por el para que ese dormitorio le perteneciera, tu madre se quedará con el por qué la persona que lo cuidaba ya no puede estar más tiempo ahí.– Confiesa, abro la boca soprendida.
–¿Quiso verla?– Preguntó.
– Si, supongo que necesitaba a su madre.
– Pero no quiere verme a mí.– Afirmó bajando la mirada al escritorio, Dimitri extiende la mano hasta sujetar la mía desde el otro extremo.
– Dale tiempo, fierita, él también perdió a su padre.
Suspiró.
Paso un tiempo más con el ahí hablando sobre nuestro día hasta que la alarma suena anunciando el regreso a el dormitorio, me levanto y me despido con un beso y una promesa de verlo mañana.De caminó recuerdo cuando fue la última vez que me heche sobre el pasto para mirar las estrellas y me doy cuenta que ya hace más de una semana que no lo hago. Entristece saber que poco a poco se pierden los hobby y más aún decae el animo cuando miras hacia atrás y te das cuenta todo lo que ha pasado en casi medio año.
Medio año de estar encerrados en un recinto militar donde con mentiras nos dicen que es lucha por poder, donde todos creen que es algo de gobierno cuando en realidad la tierra es invadida por lo que mucho se niegan a creer; extraterrestres.
Y si, horrendos y otros iguales a nosotros.
Supongo que ahora entiendo un poco porque Aveces es mejor ocultar cierta información, ya que, yo que los he visto y solo a los horribles moustros puedo confirmar que estuve al borde de la locura.
Dentro del dormitorio todas se acomodan para descansar, mientras que yo me trepó sonriendo a mi compañera de la cama de abajo, es peliroja y muy callada por eso me agrada. Nunca he entablado en este medio año una conversación con ella pero con miradas y sonrisas calladas es suficiente para ambas.
Me siento en mi cama de arriba y miro como todas hacen sus cosas, sin embargo, es inevitable dirigir mi mirada a la última cama donde Lidia deja sus cosas y se da media vuelta. Había logrado huirle durante todo el dia y ya no era satisfactorio hacerlo, no era lindo estar sola sin nadie en quien apoyarte.
Era cierto, tenía a dimitri y me alegraba de tenerle pero era muy diferente a la amistad que tenia con Lidia.
Entonces decidí que era hora de hablar con ella, di un brinco hasta caer sobre mis pies.
Al estar a pasos de ella carraspeó para llamar su atención, cuando se gira y me ve frunce el ceño y arruga la nariz, señal de que está molesta.
– Hola Lidia.– Digo bajo.
–¿Hola Lidia?– Pregunta seria– ¿Que quieres, Kiara?
Suspiró.
– Hablar contigo.
–¿Ahora quieres hablar?– Pregunta duramente– Después de evadirme por una semana entera quieres hablar ahora.
– Lamento haber hecho eso, Lidia. Pero yo tenia que estar sola, necesitaba estarlo.
– ¿Sabes algo, Kiara? Yo también tengo problemas, amorosos, de amigos y familiares y aun así siempre intenté darte la cara.– Dice seria, vuelve su atención a su cama y dice– Ahora si me permites quiero descansar.

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Dark Days.
Science FictionPor que el humano es cambiante, evoluciona a cada instante. Un segundo puede estar en el suelo derrotado y llorando. Y al siguiente de pie luchado por vencer.