BACKPACKER ¦ Yoonmin

➡ Primera Parte ¦ Jimin

Frotó sus manos e intentó calentarlas pegando sus dedos a sus labios. El vaho que salía de su boca era constante. Habría tenido tiempo de armar su carpa en la cima de la montaña de no ser porque se quedó comiendo con su amigo JungKook, quien ya se debía desviar hacia otro camino. Se habían conocido en Mokpo, y se volvieron relativamente cercanos debido a que ambos nacieron en Busan.
Ambos viajaron juntos durante un mes entero. Pero luego, JungKook debía desviar su ruta e ir a otra ciudad. Mientras que Jimin, estaría en las zonas del bosque durante unos días antes de seguir su camino.
Antes de llegar a la montaña, había abastecido su mochila con comida enlatada, para calmar el estómago hasta que saliese de ahí y llegase a la siguiente ciudad. Y les había dado una llamada a sus padres desde el teléfono del 24 horas para reportar su supervivencia.

A su madre se le cayó el alma al suelo cuando Jimin le había dicho hace un año que quería viajar, hasta ahí la noticia no estaba tan mal, fue cuando mencionó la palabra "mochilero", que su madre casi sufre un infarto. En cambio su padre le había dicho que si necesitaba dinero en algún punto lejano, que le diese una timbrada.
Jimin había ahorrado durante años. Desde la secundaria para ser más exactos. Y había trabajado como un burro para lograr tener la cantidad suficiente de dinero para dar su primer viaje. Sus dos primeros meses fueron duros, pero fue la suerte que le hizo conocer a JungKook la que le salvó el pellejo, y aprendió nuevos consejos. 

JungKook había estado viajando hace más de año y medio, pero había regresado a Busan a conseguir más dinero para retomar su viaje. Jimin había escuchado varias anécdotas por parte del chico, y sabía que quedaban muchas más por ser escuchadas, pero JungKook le había dicho que la siguiente vez que se encontraran, sea donde sea, él terminaría de contarle sus experiencias. Jimin había agradecido eternamente el haber conocido a JungKook.

Ahora, Jimin se encontraba marcando con un plumón sobre su mapa mientras veía las señalizaciones de la carretera junto al bosque. Desde su posición, se podía ver la enorme montaña y sonrió emocionado. 

Las temperaturas habían bajado bastante esos días. El invierno ya había empezado, y lo había hecho con fuerza. Pero Jimin estaba más que preparado para el frío invierno que le iba a tocar pasar. Así que ajustó las cuerdas de su enorme mochila y comenzó la larga caminata hasta la cima.