Me gustaría que estuvieras aquí conmigo,
tal vez reposando en mi hombro
mientras escuchas mi dedos teclear.
¿Acaso te veo en medio de un suspiro,
o es un bostezo lo que se roba el control de tu boca?
Me gustaría que estuvieras aquí conmigo,
y que respires el aire frío de nuestra noche.
Tal vez uses un traje blanco como la luna,
y acaricies mis cabellos rebeldes como aves,
que ondulan entre mis sueños restringidos.
Me gustaría que estuvieras aquí conmigo,
que reposes en mi mano tu blanca mano,
que me abraces tal vez por la espalda,
y escuches atenta mi respiración que te clama,
anhelante, circunspecta, pura.
Me gustaría que estuvieras aquí conmigo,
y compartas la libertad que ahora siento,
del sueño que he evitado, del miedo que no grito.
Y tal vez me darías una inmortalidad de besos,
suaves como tal vez he soñado en el olvido.