Capítulo Único

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A Alejandro, al cual amo simplemente por ser él.

[...]

En una choza de playa, sobre su cama y boca arriba se encontraba un adolescente llamado Steven jugando con una raqueta y pelota para quemar el tiempo, desde que su "mejor amiga", Connie, había empezado la preparatoria sus actividades extracurriculares aumentaron, ahora aprendía a tocar guitarra y piano, también la obligaban a tomar clases para hablar con más fluidez el hindi (cortesía de Priyanka Maheswaran), la pobre morena estaba completamente atareada, y todo se había vuelto aburrido para Steven.

Perla, Garnet y Amatista estaban recibiendo advertencias sobre un ataque de parte de otras gemas, estaban seguras de que no eran del Gem Homeworld, pero no sabían con exactitud si provenían de alguna estación espacial o nueva colonia, necesitaban averigualo con urgencia y ya llevaban meses intentando triangular la señal.

Peridot y Lapislázuli se ocupaban de controlar todo lo cercano al granero de los DeMayo.

Por último, una empresa discográfica le ofreció a Greg ser productor y manager de una famosa banda de rock, y ahora se encontraba de gira por Canadá junto a sus asesorados.

¡Nadie tenía tiempo para Steven!

A mucha gente suele gustarle el tiempo a solas, pero Steven definitivamente no es de ese tipo de personas; cuando se encontraba solo empezaba e reflexionar, aunque no sobre algo bueno, sino puras cosas negativas.

Durante esos últimos días Connie no había salido de su mente, tanto así que empezó a preguntarse: ¿Qué hacía Connie con alguien como él? Y no, no se refería a Connie de esa forma por ser una humana normal y tampoco se refería a "alguien como él" debido su lado alienígena, hablaba de inteligencia, atracción física y personalidad. Connie es una chica muy inteligente, estratega innata, habla inglés, español, portugués, japonés e hindi; a demás de eso, es una morena hermosa, alta, delgada y bien formada de rasgos preciosos, ¿qué vió una chica como Connie en un muchacho como él para sentirse tan atraída?
Esa pregunta tenía a Steven atormentado, necesitaba saberlo ¡ya!, porque estaba seguro de que si no tenía su respuesta se volvería loco.

—Genial...— decía Steven de forma sarcástica mientras la pequeña pelota de juguete caía en su cara.

De repente, el portal iluminó toda la sala, del rayo surgieron Perla y Connie.

—¡Steven!— exclamó la pelinegra —¿Tienes idea de cuánto te he extrañado? ¡Ven acá!— soltó su guitarra sobre el sofá y subió las escaleras para lanzarse hacía Steven.


—¡Hey, Connie!, te ves bellísima.

—Oh, Steven, muchas gracias— respondió sonrojada al cumplido del chico —Casi lo olvido, te traje un regalo— dijo antes de ir a rebuscar en su mochila.


—Perla, ¿qué hay de la señal? ¿Hallaron algo?— Preguntó curioso Steven.

—Emmmh, sobre eso... chicos, los dejaré solos por ahora, debo volver con Amatista y Garnet, estamos realmente muy cerca de encontrar su origen, ¡adiós!— se despidió Perla mientras activaba el portal.

—Adiós, Perla— respondieron al unísono.

—¡Aquí está!— emocionada, la morena le entregó una pequeña caja de regalo a Steven.

The Reason? Is You! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora