Único

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Cerré la maleta y la coloqué en el suelo. No voy a mentir, me estaba muriendo del miedo, sólo faltaba pocos minutos para acabar con esta asquerosa vida, por fin le daría utilidad a mi miserable y pecaminosa vida.

- Ya vinieron por ti - anunció uno de los guardias, salí de la habitación y comencé arrastrar mi pequeña maleta por los amplios pasillos de Charme. Observé aquel pasillo al cual estaba tan acostumbrado, finalicé el nolgastico trayecto en la entrada principal. Inevitablemente me sentí culpable, la gran señora, la madame del más grande prostibulo de toda Corea, pero mejor conocida por mi como mi progenitora, mi madre. Ell tenía el semblante frío y desinteresado como siempre, la decepción nuevamente me golpeó. Nunca le interesaré.

- El Sr. Park está esperando por usted - dijo un sujeto luego el mismo se dirigió hacia mi madre - Aquí tiene el cheque. El Sr. Park está complacido con su compra - dijo con formalidad. Ella esperó unos segundos para contestar;

- Espere - su mirada se fijó en mi por unos largos segundos luego se dirigió al sujeto - Lo que compró no tiene devolución, no acepto las cosas usadas - y dicho eso se marchó dejandome con una amargura inmensa.

- Por favor, dejeme ayudarle señorito - pidió amablemente. Yo obedecí, dejé la maleta en sus manos, mi vida iba en esa pequeña maleta y realmente no me interesaba lo que sucedería conmigo después de todo yo tuve la culpa de toda esta situación. Salí del lugar, no sabría decir si extrañaría aquel ostentoso prostíbulo, lugar donde nací y me crié. Realmente dudaba extrañarlo. Tantos años de miseria. Dudo encontrar un lugar peor que este, en esta enorme mansión conocí el alcohol, dinero fácil, el sexo, los fatiches, el dolor por placer, las drogas, e incluso armas. He tratado con miles de personas, he visto y escuchado cosas que hasta un sacerdote se espantaría de oír. 

Dudo encontrar otro infierno.

El chófer me llevó al aeropuerto, al parecer mi dueño me quería en Japón. Es la primera vez que viajo al extranjero pero la mera idea no me causaba nada, estaba vacío.

El viaje duró 4 horas, y del aeropuerto hasta la mansión duró una hora y media, tiempo que aproveché en dormir. El lugar se encontraba alejada de toda civilización, la entrada eran 10 minutos en el coche y eran puros árboles, todo estaba en silencio. El chófer me dejó en la puerta junto con mi maleta y una orden de ingresar e ir directamente a la sala principal.
Cuando ingresé me vi envuelto en lujos y silencio, dejé mi equipaje en el vestíbulo y me dirigí a la sala principal. En ella estaba una hombre, alto y monumental, supuse que era mi dueño. Estaba vestido elegantemente, de pies a cabeza, su aporte era serio y riguroso. Me acerqué a él con sumisión.

- Hola, Daddy - susurré sin ser capaz de mirarlo. Él se acercó y con la mano derecha levantó mi barbilla y dijo;

- Ansiaba tu llegada, bebé. Soy Park ChanYeol y seré tu Daddy a partir de hoy -

N/A

Es cortito pero bueno, quería publicarlo antes pero no pude ;^;
Gracias por leer ♥ si les gusto comenten o si les pareció muy corto y que necesita otra segunda parte también comenten~

Estaré actualizando mis otros ff así que a los que leen mis otros trabajos anticipence*

Mi vida con un millonario [ChanBaek]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora