Short Stories. ⚡️

Monotonía

Todo está perdido. Todo es monótono, ya nada tiene sentido. En la escuela todo es lo mismo y en casa todo empeora. Vivo cada día como si fuese una obligación, la vida poco a poco me quita la ilusión. La ilusión de seguir viviendo, de seguir creciendo... ¿Para qué crecer? Si nunca llegaré a la libertad que tanto quiero tener. Mis padres quieren que estudie medicina; tener tres carros, una mansión, dos botes y una familia exitosa. "¡Tendrás un dineral, Michael! Un día entenderás lo que tu padre y yo te decimos." ¿Que voy a entender? ¿Que la felicidad se encuentra gracias al trabajo que yo tenga? Levantarme cada día con una sonrisa y quedarme dormido mientras lloro, ¿eso es felicidad? ¿Tener que hacer algo que no me llena? Si eso es felicidad, prefiero seguir así de miserable toda mi vida. "Solo treinta segundos más," Pensé. "Treinta segundos..." ¿Les he contado que mi grupo de amigos son unos hipócritas? Aquí estoy. Solo. Leyendo un libro que apenas compré ayer y me faltan solo diez páginas para terminarlo. ¿Patético, no? Así es mi vida, igual de patética. Ellos están al otro lado del salón riéndose a carcajadas mientras me miran. Malditos hipócritas. "Veinte segundos más y todo se acabará..." No me tomé las pastillas de la ansiedad, tal vez por eso me siento tan mal... Mierda, estoy peor que mi madre cuando está en sus días. Mierda, mierda. ¿Así será toda mi vida? ¿Así de triste y miserable? "Faltan diez segundos, diez malditos segundos..." Todo está mal. Todo se siente mal. ¿Han tenido ese momento en el cual no saben si seguir luchando? Siento que mi vida es un constante "déjalo todo, nada vale la pena ya", pero siempre hay algo que no me deja hacerlo. Siempre habrá algo que me llene de vida y que me saque por lo menos una mínima sonrisa.

El timbre tocó, recogí mis cosas del suelo y salí corriendo por la puerta del salón como un loco. Subí las escaleras hasta el nivel más alto de la escuela y allí estaba ella, esperándome justo al frente del salón de arte. Para mí ella es un arte. Me miró y sonrío, esa sonrisa peculiar que te hace olvidar cualquier pesadez o mal rato. Te hace olvidar tu vida miserable, te hace olvidar todo. Tal vez no todo está perdido.