Paparazzi | One Direction (Español)

Capítulo 4

El día siguiente, era mi día de vagancia. Simplemente era mi día libre.

El próximo día sería probablemente el mejor día de la historia en mi trabajo. Es loco. Es mucho más que loco… ¡ES UNA COMPLETA LOCURA!

Ahora estaba desparramada sobre el sofá, comiendo un cuenco de cereal mientras miraba algo de Bob Esponja.

¿Qué? ¡Es lo único que puedo mirar durante las mañanas! Una mujer adulta necesita a su Bob Esponja a veces.

No te preocupes, no vivo sola. Técnicamente lo hago… Pero de todos modos vivo en el piso 69 en un lujoso hotel, gratis. ¿¡No es estupendo!? Pero es solo porque conozco al administrador del hotel. Supuestamente, mi madre y él fueron mejores amigos y después el fue suficientemente amable de ofrecerme la suite más grande del hotel ¡GRATIS! Y dijo que podía quedarme por el tiempo que quisiera. La verdad es que si vivo una vida ‘lujosa.’

Ja ja ¿lo entiendes?

Casi tire el cuenco al suelo cuando vi las fotografías que tome ayer, en televisión una vez que cambie a cualquier canal. Sonreí orgullosa de mi trabajo.

“¡JARVIS!” le grite al pequeño gato que salto sobre mi regazo, golpeando accidentalmente el cuenco de cereal fuera de mi mano. Sí, tengo un gato pequeño. ¡Tiene seis meses!

El cereal se derramo sobre la alfombra, haciéndome enfadar. Es complicado sacar esas manchas… Supongo que debería solo llamar solo a una de las mucamas para que lo limpie. Y otra cosa increíble era que podía pedir servicio a la habitación cuando yo quisiera y ¡que él administrador pagaría por esos servicios!

Sin embargo detestaba aprovecharme de la situación. “Oh Jarvis” suspire, rascándola detrás de la oreja suavemente. Ella ronroneo, poniendo su cabeza sobre mi brazo eso me señalaba que ella decía ‘¡Ráscame más!’

Solté una risita, acariciándola antes de ponerla de regreso en el suelo. “Ahora encárgate de tus asuntos pequeña. Te daré algo de comida,” le di unas palmaditas antes de pensar que iba a hacer.

Rápidamente marque el número de servicio a la habitación, un chico respondió después de dos tonos.

“¿Diga?”

“Uhh… ¿Es servicio a la habitación?” pregunte.

“Ehh… S-si, es servicio a la habitación.” Un acento femenino británico hablo. ¿Quién tenía esa voz tan femenina?

“¡Muchas gracias por contestar! Oh Dios mío ¡tengo cereal desparramado sobre toda la alfombra!” suspire aliviada, recostándome de nuevo en el sofá.

“Umm… ¡Claro! ¡Arreglaremos eso en un parpadeo! ¿Cuál es tu nombre linda?”

No me sentía cómoda diciéndoles mi nombre a extraños… “Um estoy en la habitación 103 en el piso 69.”

Él dejo salir una carcajada, mientras escuchaba las risas de sus amigos al fondo.

“Oh Dios mío” fruncí el seño. “¿Estoy en altavoz?”

“Si ¡estás hablando en modo altavoz!”

“¿Por favor podrías quitarle el alta voz a la llamada?”

“Claro, discúlpame por eso” dijo en un tono amigable mientras las risas hacían eco una vez más.

“¿Qué?” rodé los ojos. Nunca había hablado con las personas de limpieza de es esta manera en toda mi vida.

“Por favor solo venga y limpie este desastre” suspire, pasando mis dedos entre mi cabello.

“Estaré en un parpadeo cielo.” Fue lo último que oí antes de que me colgara.