Mi mejor amiga.

Hermosa, hermosa Karol.

Sigo congelada, totalmente helada después de saber que la niña que estuvo en mi cabeza día y noche durante aproximadamente más de un mes, sea la misma que tuvo algo con mi mejor amigo, con alguien que es casi mi hermano.
Después de despedirme de él, entro a mi nuevo salón y me siento hasta atrás de la segunda fila como es costumbre.
De repente siento unas manos que tapan mis ojos, y unos labios que se mueven susurrando en mi oído "Adivina quién soy", mi corazon se paralizó...porque aunque sólo la había visto una vez yo sabía perfectamente quien era...KAROL.
Tomo sus manos con mucha delicadeza y mis ojos se iluminan al ver los suyos.
-¿cómo estás? Te dormiste muy tarde eh jaja.
Contesto algo nerviosa y a la vez emocionada. -Jajaja, ¿pero si tu?, no me dormí por estar hablando contigo-.
No puede ser, pienso, creo que fui demasiado directa.
Ensguida ella contesta -Es que estuvo muy interesante todo lo que hablamos, aunque fueron varias horas casi no se nada de ti, y realmente quiero saberlo todo.
Al abrir la boca para contestar, llega la profesora que nos tocaba en esa hora y me interrumpe diciendo -buenos días alumnos, ¿cómo están? Espero que estén con muchas ganas de aprender porque para esta materia necesito mucha concentración.
Cuando me volteó totalmente, soy la niña más feliz porque Karol se había sentado detrás mío y asi iba a ser durante todo el ciclo escolar.
-Muy bien, supongo que sólo los que vinieron al propedeurico se conocen...así que para que el grupo que integre vamos a ponernos por parejas y hablarán de sus gustos, de lo que hicieron en las vacaciones, de lo que se les dificulta, etc.
A punto de irme con el compañero de adelante, Karol toca mi hombro y me dice.
- Se que ya hemos hablado toda la noche y prácticamente nos conocemos, pero como dije quiero conocerte toda y aún no lo hecho hecho. Así que por favor quedate conmigo.
Impactada por sus palabras, y siendo guiada por mi corazon acepto de inmediato.
Nos volvemos a sentar en nuestros respectivos lugares y empieza un silencio incómodo. Así que me armé de valor y le pregunto con la intención de que me cuente lo que pasó en el verano con Fernando.
-¿qué hiciste en las vacaciones? ¿saliste?...