II

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Ese día, como buen "amigo" de Sanji (Lo quería como algo más :v) Lo invitó a jugar videojuegos y terminar una tarea que no entendía, claramente no iba a entender casi nada porque no hablaba, pero el quería estar a solas con el rubio, sin nadie más. (Ay ay ay Zorito 7u7r)

Las clases se pasaron volando según Zoro e iba por el instituto en busca del ojiazul (Se perdía xD Zoro lo busca mucho ¿No?). Quedaron de verse en la salida y no la encontraba ¡Malditos pasillos que se movían! La salida la diviso junto con Sanji, revisando su celular. Le llamo la atención agitando su mano cuando ya estaba frente a él, este le hizo un "hola" con la mano feliz. Zoro con un papel previamente escrito le dijo "Sígueme". Y Sanji le siguió el paso.

Asombrado el rubio vio la gran casa en donde vivía su amigo, ¡casi una puta mansión! Zoro le dio el paso, la casa se sentía muy sola ¿Qué sus padres no estaban? Algunas veces por eso odiaba ser sordo, y ahora comprendía porque el peliverde le mandaba mensajes seguido... Se sentía solo.

Sin embargo, ahora el peliverde ya no estaba solo, no con la compañía del rubio, en la escuela, sus mensajes, y su visita. Por eso amaba a Sanji, porque no le hacía sentirse solo.

El peliverde le escribió en un nuevo papel "Es por aquí" para ir a su alcoba, subieron las escaleras y a la puerta derecha era su destino, gracias a Oda que no se perdió.

Echó su morral a un costado y se sentó de respaldo en su cama, le señalo a Sanji que hiciera lo mismo. Enfrente de ellos había una mesa de centro redonda, donde se habían sentado eran unos cojines suavecitos, y delante una cómoda donde había una consola y una enorme pantalla, se podían apreciar también múltiples juegos y controles.

-¿Qué te gustaría jugar cejillas? -Le escribió en el cuaderno que Sanji hizo.

-No sé ¿Qué tienes?

-Puessss... ¿Minecraft?

-Jejeje, bueno, dale :D

Colocó el disco en la consola e hicieron una partida nueva, como es típico tenían que buscar madera y muchas cosas más para hacer una casa y que no los mataran los enemigos. A los 10 minutos Sanji se cayó a una dungeon y no pudo con los monstruos, Zoro se rió muy fuerte, aunque Sanji no le escuchara, lo sintió y le dio una leve patada, con eso tuvo el peliverde para calmarse.

-¡Lo siento, ya no te pude avisar jajaja...! 😂

-¡No te rías! Marimo malo 😣

-¡Ya te dije que lo siento! -Retiró el disco y lo guardó en su estuche- ¿Otro juego cejas de remolino?

Sanji se levantó y tomó un juego, sonriendo al recordar que ese juego lo había jugado antes de...-Este -O eso entendió, porque le señaló con la mano.

Vale, era cierto que el peliverde había completado el juego cuando tenía 10 años, pero se pasó medio año: El Pokemón rubí lo terminó casi en verano, porque el maldito juego tenía fallos y las cosas se movían (Si claro XD), con trabajos y pudo conseguir a Groudon y ganarle a los entrenadores.

Lo iniciaron con la presentación "Pokemón rubí" con la pantalla roja y la silueta del legendario, habitualmente se ponían el nombre y sexo del personaje, y comenzaban con este en una camioneta con cajas. Pasaron un rato hasta que Zoro no sabía por dónde era, se metía a la hierba alta y sus pokemones eran niveles bajos, por eso todos se debilitaron y volvía atrás. Un círculo vicioso. Sanji veía divertido la pantalla del peliverde, en ocasiones movía su control para mandarlo a la dirección correcta y llegara al tercer gimnasio, pero el rubio ya iba en el quinto. A Zoro le sorprendió la velocidad del rubio al acabar con los líderes, sus pokemones iban a nivel 20 cuando los demás iban a nivel 16, podía saberse todos los tipos, encontraba objetos en la arena como carameloraro y todas esas cosas que él trato de buscar.

SilenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora