La luna estaba puesta sobre un cielo iluminado por el amanecer, la cual pareciera observar a un chico solitario, que caminaba por un pasillo rumbo a la sala de clases.
Las miradas y el misticismo era tan absorbente y abrumantemente presente dentro de su figura, que era imposible pasarlo por alto, Jonathan era bastante extraño para lo que su aula presentaba.
De origen inglés, pero asentado en Chile, Johnny era un estudiante de mediana estatura, de pelo castaño y ojos cafés, nunca había viajado a su país natal, ni tampoco sabía inglés, por lo que tenía que lidiar con las risas irónicas de algunas personas.
Johnny asistía a un instituto de Chile, no le iba mal y sus notas solían responder a lo que se le pedía en casa.
Sin embargo, dentro de su mirada se desprendía algo diferente del resto, ya que, a pesar de estar en su último año antes de entrar a la universidad, todo le parecía aburrido, insípido y vacío.
Estaba agobiado de ver siempre lo mismo, las mismas caras, las mismas conversaciones, los mismos aromas, hasta los mismos pensamientos.
Sin embargo, al llegar a la sala de clases, un estruendo sacudió su mente sin razón, cosa que lo dejó perplejo esperando una explicación que nunca llegaría.
O bajo lo que él entendía.
ESTÁS LEYENDO
Papeles viejos
RomanceMas la descripción de la tragedia no abarca la catarsis que provoca en el espectador, la mente de un buen personaje no tiene descripción que valga lo suficiente para convencer al que lo quiere. La historia narra la historia de un chico, su mundo, su...