CAPITULO - 02

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Un día en el Bakers, el restaurante donde trabajo, llegó un chico no mucho mayor que yo. Era muy alto y robusto. Tenía la piel tan blanca como la nieve recién caída, el pelo del color del carbón y unos ojos tan azules que contrastaban muchísimo con el pelo tan oscuro... Vamos,  monísimo el chico.

Temerosa y hecha un nudillo de nervios, me dirigí hacia su mesa.

-Hola, ¿Qué deseas?- dije un poco nerviosa.

-A usted- contestó sin ningún miramiento.

-¡¿A mí?!- en ese instante no sabía qué hacer ni qué decir, sólo me limité a mirarlo con los ojos como platos.

-Disculpe que sea tan directo. me refería a que me gustaría contratarla como modelo. Tiene un pelo precioso, sus ojos de un tono verde esmeralda combinan mucho con su melena pelirroja. En Resumen, es usted perfecta para el trabajo. ¿Le gustaría trabajar conmigo?- Dijo él como si describir a una chica de pies a cabeza fuera lo mas normal del mundo.

-Pues no sé qué decirle señor...- dije con un hilo de voz.

-¡ Señor! ja ja ja, llámeme Carlos; Carlos Swam, y no hace falta ninguna formalidad, puedo estar seguro de que tenemos más o menos la misma edad.- dijo con una gran sonrisa muy dulce y alegre, y que acabó contagiando me. Me puse a reír como una tonta.

-No estoy muy segura, tenga en cuenta que no le conozco de nada... Además ya tengo un trabajo aquí y que está bastante bien pagado para lo que es.-dije mirando fijamente a mi libreta.

-Lo entiendo, no tengo mucho tiempo ahora para explicarte mucho, pero te aseguro de que el dinero no será ningún problema, incluso puede estar mejor pagado que este. Esta es mi tarjeta, por si cambias de opinión y quieres más información llamame.-dijo entregándome una tarjeta pequeña de color violeta. Después de eso, se levantó y se marchó por donde había venido.

Red FangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora