No había sido intencional encontrarse con Yoongi en el supermercado, incluso había intentado evitarlo. Pero no tuvo de otra mas que saludarlo cuando el más bajito le regaló una sonrisa.
Había pasado ya mucho tiempo desde la última vez que se habían visto. Tres años, para ser exactos. A pesar de todas las lágrimas y discusiones, lo único que Hoseok pudo recordar cuando la ronca voz de Yoongi le dijo un suave hola fueron todas esas noches recostados en el capote del auto, viendo las estrellas y haciendo promesas sobre su futuro, las veces que Yoongi le juraba amor eterno e incondicional; y eso lo hizo sentir una opresión en el pecho, tan grande que ni siquiera se dio cuenta de cuándo jaló a Yoongi en un abrazo. Un abrazo que expresaba lo mucho que se habían extrañado, aun cuando ninguno de los dos se había dado cuenta.
Cuando Yoongi le pidió su número de teléfono, Hoseok se obligó a olvidar todas esas llamadas a las tres de la mañana que lo despertaban sólo para discutir, y se lo dio. El número que se había comprado para, irónicamente, escapar del alcance de Yoongi.
Cuando se despidieron, Yoongi prometió que lo llamaría y Hoseok quiso ignorar la incontrolable emoción que sintió por que lo llamara ya, pero no pudo. Y cuando llegó al auto que lo estaba esperando afuera, con su actual novio dentro estirando los labios pidiéndole un beso, Hoseok realmente intentó no comparar los inocentes besos de Jungkook con los apasionados besos que compartía con Yoongi.
Dos semanas después, cuando Yoongi le llamó, quisiera no haberle mentido a Jungkook diciéndole que iba a verse con Seokjin, pero lo hizo y se encontró con Yoongi en su departamento.
Es un lugar peligroso para estar a solas con él y, por más que intentó no hacerle esto a Jungkook, los recuerdos de lo suaves que se sienten las sábanas de la cama de Yoongi contra su piel desnuda lo cegaron y pronto se encontró encima de Yoongi, perdido entre sus piernas y el perfume tan familiar que tanto tiempo tenía sin oler.
Comparar es algo que no se debe de hacer, por eso Hoseok no entiende por qué no pudo evitar hacerlo. No pudo evitar notar las diferencias entre los torpes toques de Jungkook y los expertos movimientos de Yoongi. Infinitos días e interminables noches de explorar el cuerpo del otro los había hecho entenderse y conocerse. Yoongi sabía dónde tocarlo, sabía a qué frecuencia emitir sus gemidos y sabía cuándo debía de mover sus caderas para encontrarse con las erráticas estocadas de Hoseok hasta que terminaran, casi simultáneamente.
No debería haberle hecho eso a Jungkook; por eso, se levantó sigilosamente de la cama de Yoongi para no despertarlo. Se vistió rápidamente para irse, pero la voz adormilada de Yoongi lo detuvo . Le pidió que se quedara unas horas más, pero a Hoseok le gustaría mantener aunque sea un poco de su lealtad a Jungkook y se marchó .
Mientras estaba esperando a que llegara el elevador, la puerta del departamento de Yoongi se abrió y las palabras que tanto habían afectado a Hoseok tres años atrás se hicieron presentes de nuevo. Se encajaron en su corazón y le volvieron a abrir la herida que tantas lágrimas le había costado cerrar. Corrió hasta las escaleras para evitar que se le encajaran más profundamente y pude sentir como sus mejillas se iban humedeciendo mientras iba bajando las escaleras.
Se odiaba por haber caído de nuevo con Yoongi, por haber olvidado lo mucho que el estar con Yoongi lo hace sufrir. Se olvidó de que el placer que siente al estar con Yoongi no se puede comparar con el dolor que se provocan mutuamente. Se olvidó de todas las peleas que les había costado entender que no eran tan compatibles como creían serlo.
Se sentía hecho mierda y se atrevió a buscar a Jungkook para encontrar refugio en sus brazos. Sus lágrimas se desataron con más fuerza cuando el menor abrió la puerta y, con cara preocupada, lo obligó a adentrarse en el departamento. Esa noche compartió cama con él y en realidad agradece que Jungkook haya la sensibilidad de simplemente abrazarlo y dejar que llorara en su pecho, sin presionarlo a decir nada.
Hoseok es una mierda y no merecía tener a Jungkook. Pero, aún más importante, Jungkook no se merecía lo que Hoseok le había hecho. Y lloró , lloró más fuerte porque podía sentir el amor sincero de Jungkook en las caricias reconfortantes a su espalda y los besos en su frente pidiéndole que dejara de llorar.
Al día siguiente, Jungkook lo despertó diciéndole que había recibido una llamada y él, para no despertarlo, había contestado. La cara de decepción de Jungkook era evidente, pero el chico no dice nada. Y Hoseok intentó reprimir sus lágrimas cuando vio que el identificador de llamadas ilustraba el nombre de Yoongi.
Hoseok no quiere saber qué es lo que Yoongi le dijo a Jungkook, pero se puede dar una idea. Se apresuró a buscar sus cosas para irse, porque el simple hecho de estar en la misma habitación que Jungkook lo hacía querer llorar. Jungkook le pidió que se quedara, pero él no lo merecía, así que ignoró las suplicas del menor y se marchó .
Cuando se encuentra ebrio en un bar, llorando a un lado de las botellas que ya se ha bebido, se da cuenta de que él nunca podrá ser feliz, ni siquiera con Jungkook que tanto amor le da. Porque Yoongi es su felicidad, pero nunca podrá ser feliz con él.
|NOTAS|
Miren, también puedo escribir angst :D
Ya se me había olvidado lo bonito que se siente terminar algo (?
He decidido empezar a poner esa cosilla de aclaraciones antes del fanfic real para que luego no se lleven sorpresas (? Con el fem, por ejemplo. O el angst o smut ejej (actualización después de la edición: M E N T I R A S, soy muy floja para hacer esas cosas. Ashley del pasado es muy mentirosa jeje)
Recemos juntos para que me llegue inspiración estas vacaciones...
Gracias por leer! <3
[E๑✔]