Trust me.

Capítulo 1

Caminaba al lado de Noah, mi mejor amigo, mientras me iba comentado algo de una fiesta a la que no quería ir.

-Vamos Kels, no será tan malo -decía mientras una sonrisa tiraba de sus labios. -A lo mejor ligas.

-Eres un idiota -tras mis palabras, aquella sonrisa que quería ocultar apareció haciendo que yo imitase aquel gesto. -Te odio.

-No, no lo haces. Sabes que me amas -se limitó a decir con una de sus seductoras sonrisas.

Noah Rivens era mi otra mitad. Eramos amigos desde que teníamos memoria y desde entonces nada nos había separado. Él era todo lo contrario a mí. Le gustaban las fiestas y salir, le daban igual los estudios, solo quería salir y pasarselo bien. A mí me importaban demasiado mis estudios, no salía y no tenía ni la mitad de amigos que tenía él. Pero a pesar de todas esas diferencias, seguíamos juntos como el primer día de colegio hace ya once años.

-¿Entonces vas a venir? Si vienes te invito durante una semana a ese batido asqueroso que te gusta tanto -dijo éste mientras me ponía su mejor cara de niño bueno.

-Solo porque la oferta me parece demasiado buena como para negarla -dicho esto me abrazó, un abrazo de esos que te ahogan. -¿Puedes dejarme un poco de oxígeno? No me dejas respirar -sacó sus fuertes brazos de alrededor de mi cintura -gracias amigo.

-Y dime, ahora que vienes a la fiesta necesitarás ropa adecuada para una, ¿necesitas ir a comprarla? -decía Noah con naturalidad, como si de un experto se tratara.

-Rivens, no soy como todos tus ligues. Sabes que no me pongo una cosa con la que no vaya cómoda. Así que no pienso ir con un vestido con el que parezca una guarra, tampoco iré con tacones, y mucho menos tan maquillada que parezca un payaso. Lo siento -una sonrisa tiraba de mis labios tras decir aquello.

-Cierto, por eso te quiero tanto -rodeó mis hombros con su brazo.

-Sabes que no me vas a convencer para que no me pagues durante una semana mi batido, ¿no? -deposité un beso en su mejilla.

-Parece que no me conozcas. Me ofendes -me miró con esas sonrisas que hacen que te tiemblen las piernas.

-Por eso lo digo -paré enfrente de mi casa. -¿A qué hora tengo que estar lista? -pregunté mientras buscaba las llaves de casa.

-A las siete pasaré por ti, más vale que estés lista a esa hora -se despidió con un beso. -Verás como te lo pasarás genial.

Tras despedirle entré en casa. Tenía dos horas para estr lista. Esperaba que no se saliera de control como en todas las que Noah había ido y me había contado lo sucedido. Solo deseaba que fuera una fiesta tranquila.

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¡Hola! ¿Cómo estáis?

Bueno, esta es mi primera novela aquí, espero que os guste tanto como a mí escribirla.

Si queréis que la siga, me gustaría que me dejarais algún comentario y por supuesto algún voto ❤

M.