Mi corazón va a mil. Y no sé realmente por qué es. Va a mil cuando estás, y cuando no. Sé que lo produces tu. Porque cada vez que te pienso, empieza. No sé qué has hecho para llegar a esto, pero me duele. Me duele, y no de la forma metafórica... Parece como si mi cuerpo estuviese avisándome de que algo malo sucederá. Tampoco sé si es verdad. Pero, ¿y si te pierdo? ¿y si me pierdo? ¿y si me pierdes? ¿y si te perdemos? ¿y si nos perdemos? Hay tantos "¿y si...?" que me duele. Solo pensarlo... No sé cómo quitarme este infinito dolor. Tu me dijiste que ya lo habías sentido, cuando yo estaba distante. Pero ahí tenías una razón por la que sentías el dolor. Yo...yo no encuentro razón. Estoy triste sin más, lloro por nada, y por más que quiera lo contrario, pienso en lo que no debo. Pienso en sangre. En mi sangre, fuera de mis venas. Pienso en volar. Volar como un ángel sin alas. Pienso en la velocidad de una bala, atravesando me el cráneo. Pienso en lo afilado que es un cuchillo, y la facilidad que podría tener en atravesar mi piel. Pienso en todas las imperfecciones que tengo. Pienso que mi personalidad es de alguien quien nadie quiere cerca. Pienso que mi físico es horrible de todas las maneras habidas y por haber. Pienso que sobro. Sobro como ser vivo. Sobro en el mundo. Y probablemente en cualquier parte. Pienso en lo que se me da "bien". Lo inútil. El arte. Lo que no me garantiza vivir. Y luego pienso, en ti. Tu, me haces sonreír. Sin tener que forzar ningún músculo. Sonrío sin querer. Con solo pensarte. Con recordar tus besos, tus caricias, y abrazos. Con imaginarme un momento que he estado contigo. Con acordarme de todos los momentos que hemos vivido juntos. Con leer las palabras que me has dedicado. Con verte en fotos aunque sea. Cualquier cosa que tenga que ver contigo, me hace feliz.
Pero luego, está el resto de la vida. Luego están todas las demás personas. Luego, veo, que no todo gira en torno a ti. Que aunque tu seas quien me acelere el pulso, aunque tu seas quien me produce nerviosismo con una sola mirada, aunque tu seas quien hace que me quede en blanco mientras te miro, anonadada, aunque tu seas quien hace que mi autoestima suba, aunque tu me hayas mejorado como persona. No eres el único. No eres el único que se merece mi atención.
Y aparte de todas esas cosas que haces en mi, no puedo omitir la parte mala.
Me haces necesitarte, algo que me deprime. Me haces odiarme, te envidio por ser tan perfecto.
Y sin ti, no sé ser feliz.
Te necesito.
Cada día.
Siempre.
Pero, no sé si llegaré a ese momento.
Lo espero con ansias.
Pero a veces espero con más ansias el día en el que pare de vivir.
El día en el que mi corazón pare de latir.
El día en el que mis últimas palabras sean pronunciadas.
El día en el que mis últimas acciones sean concluidas.
El día en el que pueda sonreír por última vez.
El día en el que no tenga ganas de cortarme, y ver mi sangre caer al suelo.
El día que sepa que mis sentimientos desaparecerán.
El día que no tenga que sentir mi corazón latir a velocidad anormal.
El día en el que no tenga que estar triste.
El día que me hará más feliz.
El día que muera...*****************************
Esto era solo para desahogarme un poco. Y ha funcionado.
Y, no se preocupen, estoy bien... :)
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Las Palabras De Una Suicida Enamorada. <3
De TodoPuede que sea solo un capítulo, y tampoco sé si les va a interesar, pero les lo si quieren... <3