La promesa de amor...

Londres...

-Esto es un chiste verdad-dije tratando de sonar tranquila, que lo que me dijo  era una broma y que nos quedaríamos en Nueva York.

-No de hecho mañana en la mañana sale el avión, así que lo mejor será que duermas pronto para que puedas madrugar-dijo tomando un sorbo de su vaso de whisky.

-Pero papa...

-Nada de peros, la decisión esta tomada y nada de lo que digas va a cambiar mi decisión, así que mejor ve y alista tus cosas-se dio la vuelta en su silla en señal de que saliera de su oficina, genial de una día para el otro me dice que nos vamos a ir a Londres, y sin saber porque, y como no puedo reprochar la decisión que tomo no tengo más que ir a mi casa y empacar todo, de todos modos no hay nada de esta ciudad que yo vaya a extrañar, pero me molesta que se esperé hasta un día antes para decirme que nos vamos a Londres.

Subo al auto dirigiéndome a la casa, tengo poco tiempo para empacar y no se qué llevar, bueno más bien por donde empezar.

-Hola mama, ya llegue-dije entrando a su habitación, y como supuse estaba empacando, claro con ayuda de algunas empleadas.

-Hola mi amor-dijo natural, de seguro mi mama tampoco sabía del viaje así que no quiero reprochar nada ni tampoco pelear así que decido callarme e ir a mi cuarto a empacar, pero antes pasó por la habitación de Ashley, esta sentada en la cama haciendo quien sabe que en su celular, mientras las empleadas hacían todo el trabajo.

-Hola Ashley-dije entrando a su habitación.

-¿Qué no te enseñaron a tocar, estúpida?-y bueno ahí esta mi querida hermana ella tiene mi misma edad y se cree la 8 maravilla del mundo.

-Lo siento esque estaba abierta y yo pensé...

-Pensaste mal idiota, así que te sugiero que por la puerta que entrastes vuelvas a salir-dijo haciendo su típica voz chillona y señalándome con su dedo que diera la vuelta y saliera.

Salí por la puerta y me dirigí a mi cuarto, habían dos empleadas que ya estaban empacando mis cosas, una empleada estaba empacando mi ropa y otra mis libros, cuadernos y todas esas cosas, me puse una ropa más cómoda y empieze a ayudar, no voy a hacer lo mismo que Ashley.

Ayude a empacar todo lo que faltaba guardar y me acosté en la cama, sólo  dejaron este mueble, en la mañana lo desarmarían, es como la 1 de la mañana y tengo 5 horas para dormir tenemos que estar en el aeropuerto a las 6, así que mejor me duermo si esque logró dormir,

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A la mañana siguiente ya estábamos en el avión, no se de dónde seque fuerzas para levantarme, me duele todo el cuerpo y con mucho esfuerzo logre darme un baño que vaya que lo necesitaba después de un largo día, vi por la ventana y literalmente todo se veía tan pequeño, estoy tan cansada así que decido reclinar el asiento y dormirme, regreso a ver, mi mama está leyendo un libro, mi papa hablando por celular, y Ashley maquillándose, me vuelvo a sentar y voy a dormir.

Me despierto refregandome los ojos, ya estamos aterrizando, Wow que manera de calcular el tiempo, veo por la ventana y por lo que veo esta lloviendo, genial, y yo vengo con un jean y una blusa holgada, yo que iba a saber que iba a llover en Londres, en Nueva York hacia un sol increíble, estamos saliendo por la puerta y algunas personas vestidas de negro nos esperan con paraguas y abrigos, lo que faltaba los estúpidos guardespaldas pensé que aquí en Londres sería diferente pero veo que no, regreo a ver a mi familia y estoy mucho mejor que Ashley, ella vino con una minifalda y una blusa extremadamente corta.

-Y tu crees que eso me va a cubrir estúpido, tráeme algo más largo-dijo quejándose con el guardespaldas, ella y sus pedidos estúpidos, y como siempre la complacieron trayéndole un abrigo más largo y por supuesto más abrigado.

Entramos al auto, y nos estamos dirigiendo a la nueva casa, llegamos y nos bajamos de la auto, esta casa es el doble de grande de la de Nueva York, tiene un estilo antiguo pero a la vez moderno, es blanca y en la entrada tiene dos pilares a los costados de la casa, de seguro otra creacion de mi papa.

Entro a la casa y hay demasiadas empleadas arreglando la sala, el comedor y todo eso, la mayoría ya esta hecho, subo corriendo al segundo piso y hay como 8 habitaciones , no se para que tantas si sólo somos tres contando que mi papa y mama duermen juntos, entro en cada habitación viendo cual se supone que va a ser mía, entro en una habitación y es muy grande.

-Esta es mía-dijo Ashley empujandome y entrando a la que ahora es su habitación, de todos modos no quería una tan grande. -Que no escuchaste a esta es mía así que largate-dijo cerrando la puerta en mi cara.

Seguí caminando por el pasillo, abriendo miles de puertas hasta que abrí la última que quedaba, entre y era una habitación extremadamente enorme mas grande que la de Ashley, no se puede quejar ella escogió esa habitación, esta habitación es muy hermosa y tiene un balcón abrí la puerta y el viento golpeo mi cara, se podía percibir claramente el olor de la tierra húmeda por la lluvia, el balcón daba directamente al costado de la casa, donde había un hermoso jardín con una cascada de adorno todo era muy hermoso, pero a la vez demasiado lujoso. La puerta se abrió y de inmediato regrese a ver, era una empleada.

-Lo siento señorita, debí a ver tocado perdón…

-No te preocupes no hiciste nada malo.

-Lo siento es que, pensé que me hablaría-dijo bajando su mirada, ya se que paso.

-De seguro ya conociste a mi hermana-ella solo asintió aun intimidada, pobre va a tener que tratar con Ashley un buen tiempo.

-No te preocupes ella no es mala…ella solo… no bueno si es mala-dije riendo y ella hizo lo mismo, me pareció muy simpática.

-Señorita, su padre dice que en 30 minutos van a salir.

-Es enserio acabamos de llegar y ya vamos a salir-dije cerrando la puerta del balcón y tirándome en la muy cómoda cama.

-Eso creo, bueno me retiro.

-No no te vayas, sabes a donde vamos a ir.

-Creo que dijo la residencia Styles…

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