Capitulo 7: Superándola.

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-          Me iré a bañar –Se sentó en la orilla de la cama.

Lo miré y asentí, aun sabiendo que él no podía verme.

Una vez que estuvo fuera de mí vista deje que las lágrimas mojaran libres mis mejillas. Si él estaba dolido, yo lo estaba aun más.

Me recosté en su cama y me tapé. De verdad deseaba que Ariana se diera cuenta del gran error que estaba cometiendo o que simplemente le cayera un rayo y muriera. Pero descarte la segunda opción pensando que Jai no podría con mas sufrimiento.

Pasaron diez minutos, o quince tal vez. De repente sentí como cosas caían y Jai sollozaba fuerte. Me levanté rápido intentando no tropezar conmigo misma.

Al abrir la puerta del baño me vi con la sorpresa que todas las cosas estaban desparramadas por el suelo. Abrí mis ojos sin poder reconocer al Jai que estaba viendo. El me vio a través del espejo con una mirada llena de pena, tristeza y rabia. Segundos después el espejo no existía y el puño de Jai estaba ensangrentado.

Di un grito ahogado y vi como el caía rendido en su propia guerra. Me senté junto a él y tome su rostro con fuerza.

-          Ella no merece todo esto –Le dije con dolor- Solo mírate, no te reconozco.

El intento apartar su vista. Su cabello goteaba mezclándose con las lagrimas.

Agarré la toalla mas cercana y acaricie su rostro con ella intentando alejar las lagrimas. Luego sequé sus hombros y su abdomen.

-          ¿Qué mierda pasó acá? –Preguntó James con Beau a su lado.

-          Chicos –Mi voz salió aguda- Déjenos a solas, por favor.

Beau vio la suplica en mis ojos y asintió alejándose con James. A veces agradecía la confianza que me tenía.

Volví mi mirada a Jai. Quien tenía la suya en algún punto perdido del baño.

Coloqué la toalla en sus hombros y me senté a su lado. Fueron segundos los que pasaron antes que Jai empezara a sollozar con fuerza. Yo lloré junto a el. Envolví mis dedos alrededor de los suyos para demostrar que nunca estaría solo, que yo nunca lo dejaría. Y esperaba que el pudiera notar que nunca, nunca lo dejaría perder su vida por algo que no vale la pena.

-          ¿Por qué sigues aquí? –Preguntó luego de varios minutos.

-          Nunca dejaría que tomaras el camino equivocado, corazón- Le sonreí mientras apoyaba mi mentón en su hombro derecho.

-          No te merezco –Dijo apretando nuestras manos.

-          Tu mereces todo en el mundo, Jai –murmuré- Y si tengo que sufrir contigo para que tu alcances la felicidad, lo hare.

El se levantó y me ayudó a mí. Nos quedamos mirando por un momento y el besó mi hombro.

-          Perdón –Bajó su mirada.

-          No hay nada que perdonar –Acomodé la toalla en sus hombros- Ven, tienes que descansar.

Se acostó en la cama y yo lo arropé. Esperé a que se quedara dormido para ordenar el desastre en su baño. Cuando terminé, bajé a buscar bolsas para poder botar los vidrios rotos. En ese momento recordé que Jai estaba herido. Así que también busqué el botiquín de primeros auxilios.

-          Demonios –me asustó Beau- sí que lo amas.

-          Y yo pensé que algo podía pasar entre nosotros –Dramatizó James.

«I can't change» j.b |en pausa|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora