A medianoche suenan las campanas de la Iglesia del pueblo. En la última campanada, me quedo dormida.
Ya es por la mañana y al levantarme, escucho sirenas de ambulancias, coches de policía y bomberos, destacando el sonido de estos últimos sobre el de los demás vehículos.
Me levanto de la cama y me dirijo hacia la cocina. Hay mucho humo y una extraña sensación de calor se extiende por toda la casa de mis tíos, donde estoy de visita con mis padres y mi hermana pequeña.
Las sirenas cada vez se escuchan más cerca, pero aún están como en la lejanía.
En cada paso que doy, noto más calor todavía que en el anterior, aunque estamos en invierno todavía. Es un calor asfixiante, así que cambio de destino y voy primero hacia el salón, para quitar la calefacción, pero ya cuando estoy en frente del termostato, no consigo ver los números de la temperatura con claridad, quizá sea porque sigo somnolienta, ¿qué hora será? Intento encender mi móvil, pero está sin batería. No hay relojes cerca y no he visto a nadie más por la casa. Qué extraño...
El sonido de las sirenas es más cercano que antes.
Estoy en la puerta de la cocina, y, al tocarla para abrirla y pasar, me entra de repente mucho sueño, aunque que me acabo de levantar. A pesar de esta sensación de sueño, decido abrir la puerta.
La temperatura ha aumentado drásticamente desde que entré a la estancia. (¡!) Hay llamas por todas partes, y mis tíos junto a mi primo, mis padres y mi hermana, se están muriendo, ya bien sea por asfixia o ardiendo en el fuego.
- ¡Sabía que fuiste tú!
Esas fueron las últimas palabras que pude escuchar de mi primo.
No sé si fueron mis reflejos, o algo más, que miré hacia el suelo. Mis pies estaban desnudos sobre las llamas, pero yo no sentía dolor alguno.
Las sirenas se escuchan afuera de la casa, en la puerta del patio para entrar. Intento ir corriendo a facilitarles la entrada, para que puedan salvar a mi familia, pero no me puedo mover, mis piernas no me responden.
"¡Quiero que se termine ya esta pesadilla!" grito, mientras las sirenas cesan su sonido al haber accedido ya al patio.
Entonces me despierto, con frío. Estoy en la cama de la habitación de invitados de la casa de mis tíos, donde me quedé dormida a medianoche, con el sonido de la última campana de la Iglesia.
Parece ser que era una pesadilla... Menos mal.
Me levanto de la cama. ¿Eh? Hay varias botellas al pie de esta... ¿Qué pone...? "GASOLINA" A-Al lado hay u-unos fósforos y un m-mechero...
Se escuchan unas sirenas. Justo como en la pesadilla. No puede ser...
Voy corriendo a la cocina, para comprobar si era verdad. "No es posible" pensé.
Llego a la cocina, está el mismo panorama que había en la pesadilla. Antes de poder hacer nada, doy un salto porque mis pies comenzaron a arder.
Mi familia se está muriendo delante de mí, y mi primo, al verme me grita: "¡Sabía que fuiste tú!". Son sus últimas palabras. Como en mi pesadilla. ¿C-cómo es posible?
Entran los bomberos y apagan el incendio.
Entran algunos médicos para intentar salvar a mi familia, pero ya es tarde.
El sonido de las sirenas cesa cuando entra la policía, y se dirige al cuarto de los invitados. Yo me quedo inmóvil, como en la pesadilla. La policía regresa, guardando las "pruebas" en unas bolsas, y me arrestan.
Todo esto... Es culpa de la psicópata que vive en mí. Sé que no soportaba a mi familia y que la odiaba, pero nunca pensé en que la llegase a matar a sangre fría...
Las sirenas de la policía empiezan a sonar cuando ya me llevan arrestada adentro del coche. Pasaré el resto de mi vida en la cárcel por esto tras el juicio. Todas las pruebas apuntan a que yo fui la culpable, y no creerán que no fui yo.
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Las sirenas se acercan
Short Story|| Las sirenas se acercan. Mi vida era normal hasta esa mañana. Eso cambió mi vida para siempre. Todavía no me creo lo que pasó, sólo estaba de vacaciones en el pueblo de mis tíos, junto con mis padres y mi hermana pequeña. Pero eso lo cambió todo...