Epílogo ~ El momento de la verdad

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Natalia se encontraba sentada en el lugar que le había dicho a Samantha que llevara a Rodrigo, su gran amor, el de para ambos tener 24 años era el de toda su vida, había tantas cosas que ella necesitaba contarle, había tantas cosas que el no sabía, la noche esta algo alborotada pronto será el primero de enero de 1980, un nuevo año se acerca y la estación de autobuses refleja el optimismo y la felicidad de las fiestas, todo debio de haber sido diferente, nada debería ser así, pero para ella no esta mal, lo ha aceptado y prefiere eso a estar sin él lo cual sería peor, más que sea ella sabe que el vive, que respira.

Once cincuenta y nueve y Natalia ve llegar desde la esquina a Samantha, junto con Rodrigo en silla de ruedas, el se va acercando y a Natalia se le quiere salir el corazón del pecho, uno, dos, uno, dos, esta asustada pero algo en su interior le dice que las cosas irán bien.

Doce en punto, Rodrigo esta enfrente de ella, se miran, no dicen nada, se quedan estáticos, solo se escuchan sus respiraciones, Natalia mira a Samantha y ella se aparta un poco, a una distancia prudente por si pasa algo.

-Hola Rodrigo- dice ella, -Hola, lo siento pero no se tú nombre- dice el, con timidez, -Natalia- sonrie ella, -es un hermoso nombre- dice Rodrigo con dulzura, a la vez mirando su vientre, que dada la forma en que esta puede deducir que ella esta embarazada, Natalia no tiene necesidad de decirlo, el solo la observa, remarca sus ojos luego su rostro completo y regresa a su vientre, -¿Quieres tocarla?- pregunta Natalia, -No creo que sea bueno- dice Rodrigo temeroso, -Ven no tengas miedo, la pequeña Alice no muerde- toma la mano de Rodrigo con suavidad y la acerca a ella, la pone con delicadeza y se eriza al sentir su contacto, en realidad ambos, la pequeña niña da golpes justo en la mano de Rodrigo -Solo patea, no muerde- dice con una sonrisa, -Esto es hermoso- dice el suave, mientras no deja de observar y a la vez sentir el contacto mágico con la bebé.

Rodrigo se aleja con suavidad -Traje todas tus cartas, las he guardado- dice mientras las saca una a una de la cajeta, -Por favor dimelo todo, ya, necesito saberlo- Natalia nunca penso que todo esto sería así de rápido, miraba al hombre que se encontraba justo frente a ella y sabía que era el a quien ella amaba, por quien había llorado tanto y una vez hace mucho tiempo prometio amarle y ser su esposa hasta el final.

Natalia se aclaro la garganta y empezo a hablar -Hace mucho tiempo, habian dos personas, se enamoraron al instante y supieron que lo de ellos era amor de verdad, tenían solo 17 años, paso el tiempo y a los 21 años se casaron, a pesar de las diferencias que los demás veian ellos se sentian completos pues sabian que lo de ellos era real y sincero, ellos Rodrigo, eramos tu y yo- dijo la muchacha agachando la cabeza dejando escapar una pequeña lágrima, Rodrigo tomo sus manos y le dijo que siguiera y ella siguio ese toque fue causal de darle fuerzas y hacerla seguir, -Todo iba bien, hasta que algo paso, hace practicamente cinco meses las cosas cambiaron, ibamos por la avenida central, era un día lluvioso- Natalia no pudo más y comenzo a llorar, el tomo las yemas de sus dedos y quito sus lágrimas la joven recordo aquel gesto y siguio, -Tuvimos un accidente un desastrozo accidente, producto de eso Rodrigo perdiste la memoria- la boca de el solo se abre para dejar escapar su aliento y decir -Eso lo se pero porque no estoy contigo, porque me aleje de ti- pregunto desesperado, -Te llevaron al hospital y tus padres me alejaron de ti, pusieron una orden de alejamiento la cual me impedia estar contigo y sí a pesar de ser tu esposa, nunca me acerque pero si te mande cartas las cuales no llegaron muchas de ellas las 21 que recibiste Samantha me ayudo a llevartelas- dice la joven mientras mira a la chica y susura un gracias con ojos llorosos -Tus padres me alejaron Rodrigo, hemos estado alejados por todo este tiempo, ya para ese momento yo estaba embarazada- el chico se lleva las manos a la cabeza y el no sabe que hacer se agacha y grita -¡Porque!- lo han alejado de la mujer que ama y el lo sabe, sigue y sigue gritando, Natalia se agacha junto a el y toma las manos de Rodrigo y las besa, -Rodrigo cálmate por favor- dice entre sollozos, -No puedo, joder no puedo- grita el -Tienes que hacerlo- hace una pausa Natalia -Por nuestra hija, tienes que hacerlo- Natalia vuelve a bajar la cabeza y Rodrigo la mira expectante de algo, algo que diga ella, la toma de la barbilla y le dice -¿Nuestra hija? ¿Mi hija?- Natalia asiente, Rodrigo la acerca a ella y llora, -Me he perdido todo esto el ver crecer a mi hija y estar con mi esposa en estos momentos- la toma de la cintura y besa la barriga de Natalia -Estoy aquí papá esta aquí- habla con la pequeña que ahora esta quieta y ellos saben que los escucha, la chica llora y Rodrigo toma sus manos y le dice, -Y yo estoy aquí y te prometo que no estaras sola más no me iré, ni nadie me alejara de ti, estamos en la estación de buses ¿No?, pues vamonos, huyamos de todo y seamos solo nosotros tres, Natalia, no te he olvidado, he pasado meses soñando con tu voz, y ahora que te escucho se que eras tú, la que me hablaba en sueños y me decia que todo iria bien, necesitamos seguir y no lo haremos si seguimos lejos y con todos los que nos quieren separar- los papeles se han invertido y es Rodrigo quien toma las fuerzas y decide ahora Natalia esta emocionada y asustada a la vez, le emociona el hecho de estar con su gran amor y le asusta lo que pueda pasar, Natalia no piensa y toma entre sus manos el rostro de Rodrigo, y lo besa, las lágrimas caen y ambos se responden el beso con necesidad, con amor.

-Samantha- llama Rodrigo a su hermana, -Gracias- le dice a la muchacha quien con una sonrisa se limita y no dice nada, -tienes que ayudarnos debemos irnos de aquí, y debe ser esta noche, te llevaras esta asqueroza silla de ruedas y caminare será lento pero ha sido Natalia la fuerza que necesite para caminar aquellos días que no podía y hoy lo haré y con mas razón tengo a mi esposa y a mi hija tengo todo lo que necesito, yo puedo caminar pero en casa todos insisten que la use por "mi bienestar"- .

Samantha saca de su bolso dos boletos y se los entrega a ambos, -Sorpresa- dice la chica, -Huyan y disfuten de su amor-, la hermana de Rodrigo llora y los abraza a ambos, yo nunca estuve aquí dice antes de partir, sin antes decirles a ambos que quieres estar ahí cuando su sobrina nasca, le pide que le manden cartas y se pierde mientras se va.

Rodrigo mira a Natalia y luego mira la barriga de su esposa, sonrie, y se siente completo, esta feliz, al igual que ella, el sentimiento es mutuo, ambos se aman y saben que nada ha sido fácil pero se tienen uno a otro y la vida sigue, así sin más, se tienen entre los dos y mientras tengan su amor y esperanza, las cosas irán bien y serán como debe ser.

Él besa a Natalia y le dice -Eres todo lo que siempre soñe-, ella sonrie y sabe que su amor sigue ahí y nunca se irá.

21 Cartas Para TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora