PARTE 2

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Esa mañana volvió a amanecer nublado, como a punto de llover, no quería levantarme de la cama pero no tardaron en abrir mi puerta para traerme el desayuno que venían en platos de poliestireno barato, suspire porque el que me traía la bandeja de papel encerado se quedo esperando a que empezara a comer, porque desde que llegue a esta clínica, me han tenido que obligar a comer, porque me he dejado demacrar, creo que muchos de los que me conocían no me reconocerían ahora, pues supongo que he bajado de peso que hasta mis rasgos han cambiado, al principio tuvieron que atarme a una camilla y recibir una sonda a la fuerza, el terapeuta me insistió que si yo quería salir de ahí, no podía dejar de comer, pues siempre tendrían que alimentarme a la fuerza y eso prolongaba mi estadía en ese lugar, siempre asumen que quiero irme de allí, pero la idea que me obsesionaba entonces era irme de allí, pero en una bolsa negra, porque no concebía vivir más sin mi querido Onodera, la depresión aumento por un periodo, pero debo reconocer que mi terapeuta y su equipo de enfermeros hicieron una gran labor para recuperarme, me deje llevar con su insistencia y empecé a comer, aunque no del todo gustoso, y a tomar mis medicinas prescritas, alejar por un tiempo la idea de suicidarme, pero después comprendí que si quería lograr eso tendría que salir de ahí, y cuando no me estuvieran monitoreando, buscaría la forma de encontrarme con mi amor en el otro mundo, esa idea termino por menguarse cuando a través de la terapia, podía notar que mi vida prosiguió cuando Ritsu no fue parte de ella, pude establecer una amistad profunda, y sé que Yokozawa me espera, pues recibo su correo, donde leo su esperanza de recuperar a su "mejor amigo" en sus palabras escritas... También en la última carta se sincero conmigo y me confesó que tiene una relación estable con quien resulto ser el editor en jefe del departamento Japun de Marukawa, el cual ya tiene una hija, y que estaba muy enamorado de él... La verdad no me acuerdo de el, quizás lo habría visto en la empresa, pero no recuerdo su aspecto, pero independiente de eso, estaba feliz por Takafumi, me alegre que por fin pudiera seguir su camino y encontrara a alguien que lo amara como él se merecía, alguien que no era como yo, que sin importar que haga siempre termino haciéndole daño a los que me quieren, pero verlo aferrado a mantener nuestra amistad alivia un poco mi corazón, el ha estado más presente en mi vida que mis propios padres, de aquel hombre no volví a saber más, y mi madre simplemente me recomendó un abogado cuando todo ese asunto se supo, ni siquiera saco el tiempo para representarme, pues según sus palabras "tenía un caso muy importante" supongo uno más importante que defender a su propio hijo que la llenaba de vergüenza, obviamente rechace su sugerencia y use un abogado de la firma que me recomendó Isaka Ryuuichirou, el CEO de Marukawa Shoten, mi antigua empresa y mi antiguo superior; él me lo ofreció de alguna forma apiadándose de mí, aunque la verdad no se que lo motivo a hacer eso, supongo que fue suerte mía, y el abogado logro que estuviera en esa clínica y no en una celda, aunque para mí me daba igual.

Hablando de abogados, llego el mencionado a mi habitación y me informo, en su tono adusto que esa tarde tendría que comparecer ante el juez de nuevo, lo que me lleno de ansiedad, con el tuvimos que repasar de nuevo las preguntas y los hechos que sucedieron previamente a ese día y los que se llevaron a cabo en esa fecha cuyo recuerdo siempre intento contener para no derrumbarme en llanto de nuevo, era una tortura porque me obligo a rememorar lo sucedido después de esa noche en la que Ritsu me hizo probar la gloria al confirmar lo que en el fondo sabia: "Que él me amaba" y entonces mi mente volvió a divagar...

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Esa mañana sonó mi despertador pero estaba tranquilo, esperaba encontrarte a mi lado, un despertar juntos pero ahora sin accidentes, ni reproches, ni arrepentimientos de tu parte, quería verte despertar en mi pecho, con una sonrisa en tus labios, dándome los buenos días, no se pronto te imagine cariñoso, feliz y satisfecho por haber hecho el amor conmigo, yo estaría feliz acompañándote a desayunar lo que prepararía, saldríamos juntos hacia el trabajo, de pronto te dejaría tomar de la mano o tal vez aun estarías aprehensivo con las demostraciones en público, pero no importaba, hoy era el primer día de una nueva vida, pero me decepcione cuando no te encontré a mi lado, debería estar acostumbrado a tu tendencia a huir cuando te sales de tu papel de hombre serio y compuesto, y más cuando habías liberado tu lado lujurioso y sensual, nunca olvidaría como descaradamente te entregabas sin ninguna atadura en tu carácter, simplemente eras un hombre enamorado entregándote al hombre que amabas... Pero... Volviste a desaparecer, esta vez dejando una nota bellamente escrita, y diciéndome que nunca olvidarías lo que había pasado, y que siempre me amarías, pero que tenía que irte... ¿Tenía que irte?, de alguna forma estabas pidiendo perdón, ¿Perdón por qué? ¿Por amarme?, me sentía confundido, y más cuando posteriormente no te encontré en la oficina, trate de llamarte a tu móvil, pero decía que el numero había sido cancelado y entonces me alarme, quería buscarte a como diera lugar, pero precisamente estaban ocurriendo muchas cosas en la oficina, muchos problemas que antes podía manejar tranquilamente pero ahora estaba desesperado, un mensajero trajo el manuscrito que habías corregido la noche anterior, y me confundió mas ¿Dónde estabas Ritsu? Tu teléfono sonaba sin cesar, y ninguna de tus mangakas podían comunicarse contigo, estaban angustiadas, y yo trataba de tranquilizarlas, Kisa Shouta hacia lo posible para hacer algunas de tus funciones, pero tanto él como yo no sabíamos que había sido de ti... Intente incluso llamar a la empresa Onodera y preguntar por ti allá, pero no me quisieron dar la información, me sentía perdido, y ese día fue el infierno, todo nuestro equipo tuvo que hacer un gran esfuerzo para balancear nuestras funciones y compensar tu ausencia, y terminamos ese día muy tarde... Yo quería volver a mi departamento, me imaginaba que estarías esperándome frente a mi puerta, buscando pedir perdón por ausentarte ese día, yo me aferraba a esa fantasía, pero al llegar no estabas ni frente a mi puerta ni en tu departamento el cual estaba oscuro y silencioso, no estabas allí y me confundí, porque así no eras tú, es mas incluso buscas encarar los problemas, el hacer bien tu trabajo era tu orgullo, así que trate de comunicarme contigo pero nada, te habías desaparecido otra vez, y a la mañana siguiente me lleve la gran sorpresa, de hecho todo el departamento Emerald, de que habías renunciado a tu empleo, causando estupor en mi equipo, incluso Isaka me comento que habías pagado la multa por dejar tu trabajo sin previo aviso, sin esperar encontrar a alguien que te sustituya, querías irte de la empresa lo más rápidamente posible, y eso me helo la sangre... Mi mayor temor se estaba realizando, te estabas desapareciendo de mi vida, y la única razón que podía pensar era que tu familia tenía que ver con eso, le pedí a Hatori que me supliera por ese día y me fui a la editorial Onodera, en la recepción me explicaron que debía tener una cita con el presidente para poder hablar con él, yo no la tenía pero exigía que debía hablar con él, estaba tan desesperado que supongo que estaba volviéndome tan agresivo que tuvieron que llamar a seguridad para sacarme del edificio, yo seguía intentando entrar, incluso por la parte de atrás pero sin éxito, y fue cuando del parqueadero vi en un auto que en los asientos traseros se vislumbrada un rostro familiar, en el vidrio trasero te vi junto a Kohinata An hablando amenamente, no te diste cuenta que yo estaba allí, y cuando empecé a llamarte, el auto rápidamente avanzo por la calle dando vuelta en la esquina, desapareciendo de mi vista, y yo me sentía tan enloquecido de lo que estaba sucediendo que no sabía hacia dónde ir, y así estuve por varios días, lo único que me sacaba de ese letargo era mi trabajo, en el cual me concentre hasta el punto de quedarme noches enteras en la oficina, pues si volvía a mi departamento, el ver la puerta de junto, me recordaría la imagen de mi amante junto a su ex prometida, mientras me estaba dejando de lado en su vida, y yo ya no sabía a qué más recursos recurrir, llegue a intentar encontrar el numero de Kohinata An para sacarle información tuya pero la muy astuta puso su teléfono como privado y así era difícil de rastrear además nadie obviamente quiso dármelo, así que no me quedaba más que seguir esperando a que me dieras la cara, porque no podía haber forma más cruel que hacerte creer que te aman para luego abandonarte; cuando termino el ciclo llego el momento en que me obligaron a volver a mi departamento, gracias a mis subordinados que estuvieron reportando que yo estaba trabajando demasiado y que no estaba ni descansando ni comiendo bien, mis superiores me dieron vacaciones forzadas de tres días, los cuales tenía que cumplir o me despedirían, y siendo mi trabajo lo único fijo que tenia, sin más remedio me dirigí a mi departamento, y otra cruel sorpresa me esperaba allí... Tu departamento estaba vacío, seguramente cuando me quedaba en la oficina, una empresa de servicio de mudanza se encargo de sacar tus cosas, y así alejar lo poco que había tuyo de mi vida, y me lamente no haber estado ahí para evitarlo, cuando hable con el casero, el me dijo que por teléfono tu habías cancelado el alquiler y enviado una compensación por cancelación anticipada, es decir nunca te vio, y así simplemente me di cuenta que te burlaste de mi, te habías vengado de la forma más perfecta de mi, enamorándome para luego abandonarme... La espiral de mi locura comenzó ese día, porque solo podía pensar en que me habías dejado en la más grande de las miserias, y no pude más que llorar como un muchachito decepcionado, y regodearme en mi propia autoflagelación en no darme cuenta de que ese había sido tu plan desde el principio, que quería desquitarte por lo que yo te había hecho de adolescentes... Pero sabías lo que me paso en la universidad, te confesé el estado tan deplorable en la que me sumergí por la depresión que de no haber estado mi mejor amigo allí conmigo, hubiera muerto... Supongo que para ti no fue suficiente lo que sufrí, querías infringirme dolor, por tu propia mano, querías verme destrozado, y ni eso porque no me dabas la cara, y yo simplemente me hundí en el alcohol... Yokozawa como siempre pendiente de mi, apenas supo lo acontecido contigo me busco, y su instinto agudo le decía que yo estaba muy mal, pero tampoco quería oírlo decir que él me había advertido que eso iba a pasar y que no lo escuche, porque inevitablemente él lo iba a decir, está en su naturaleza inflexible, y yo no estaba listo para asumirlo... Asumir que volverme a enamorar de ti había sido el peor error de mi vida... Lo oí llamarme al celular, el cual tuve que apagar, estuvo frente a mi puerta llamándome insistentemente, su voz retumbo por largos instantes hasta que se vio obligado irse porque perturbaba la tranquilidad de mis vecinos, pero Takafumi me advirtió que iba a venir a diario para obligarme a recibirlo, la verdad en esa ocasión no quería ser salvado, el iba a hacer lo que estuviera en sus manos para sacarme de la depresión, incluso ahora que lo pienso, debí haber puesto su relación en peligro, porque como me lo había confesado él en su carta, en ese entonces el ya estaba saliendo con Kirishima Zen, al cual no debió agradarle que su amante estuviera tan pendiente de alguien del cual estuvo enamorado, suponiendo que Yokozawa le hubiera hablado de mi, otra vez vislumbro la devoción de mi amigo, y su tendencia a cuidar a los demás, su amante debe atesorarlo mucho.

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