WHEN I WAKE UP!

7 0 0
                                    


Ausente, Pero Estimada Anne...

Entonces... aquella noche se convirtió en mi más temida noche, la incertidumbre fue la causante de mi insomnio. Es que acaso ¿la sinceridad tenía que ser tan cruel necesariamente? ¿Por qué ahora? ¿Por qué esperar sentir tanto? Liberarme de aquello que por mucho tiempo me atormentó me hizo ser prisionera de lo que él pudiera pensar de mi, inmortalice con tanta nostalgia ese Jueves en el que nos conocimos y justamente un mes después, el jueves de nuestro primer beso. Recordé también, que las causas que me llevaron a confesar todo lo que mi tronado corazón sentía, habrían sido las mismas que tiempo atrás me llevaron a salir de su vida -estaba totalmente perdida - ...mañana lo veré y no sé cómo podría actuar frente suyo; no ha respondido mis mensajes, no atiende su teléfono, su madre me dice que ha estado en su habitación semanas seguidas y no ha querido comer nada, ni siquiera el postre de zanahoria con queso favorito que le prepara su abuela desde muy chico y el cual nunca antes había despreciado, ya no hay música que irrumpa el orden en su casa, el sonido de las armas disparadas por los francotiradores de sus películas de acción favoritas ya no aturdían los oídos de su hermanita menor. En un momento de mi impaciencia me asaltó la duda de saber si a él le estaba pasando lo mismo que a mí, aunque no sabía con certeza que era lo que en realidad estaba ocurriendo, pero de lo que estaba completamente segura es que algo había cambiado en nosotros y dentro de mi sabía que no era del todo bueno.

Anne, noto que al igual que el resto del mundo también me has dejado sola, antes solía ver tu rostro al menos cuatro veces por semana, ahora... ahora te has esfumado junto a las demás cosas que algún día no muy atrás me hicieron feliz. Con esta ya van ocho semanas de tu inexplicable ausencia y si lo preguntas ¡Deseo verte de nuevo!

                                                              Gwen R. Frisenberg



El día siguiente de haber escrito la nota fue Jueves, tenía que ir a la escuela pero ese día mas que cualquier otro me causo un pavor superior a quizás el día de un examen final o al día de reunión de apoderados o al día de ensalada verde en la cafetería de la escuela etc... No quería verlo porque sabía que mas iba a demorar el frio en congelar el verano que yo en sumergirme dentro de su devastadora mirada, el único hecho que me alegraba de regresar a la escuela es que a lo mejor Anne se aparecería allí, no era su costumbre hacerlo pero en cuanto a ilusiones se trataba, mi mente no tenia limites.

Aquel Jueves me levante a las cuatro y treinta de la mañana, no me había peinado ya hace tres días; las hebras de mi cabello se habían adherido unas con otras, formando así nudos que hacían imposible el paso de cualquier peine a través de ellas; tenia bolsas oscuras en la parte inferior de mis ojos, esto quizás era consecuencia del trasnocho continuo después de horas interminables de llanto - o bueno, eso creía - Mis labios antes caracterizados por su suave aspecto, tenían una textura tosca, seca, que formaban grietas dolorosas al tacto y al roce de mis mismos labios.

Esa mañana tuve tiempo de sobra para hacer todo lo que no había hecho durante tanto tiempo, mi habitación estaba tan revolcada que apenas tenía espacio para caminar, los restos de pizza tirados en el suelo desprendían un olor apenas soportable, ni hablar de lo desastrosa que estaba la cocina ¡Oh valla! de verdad que me hacía falta que Anne me echara una mano, pero seguro es que ni siquiera, contando con su ayuda, hubiese tenido fuerzas ni ganas para poner orden a todo el desastre en el que había convertido mi hogar. Esta era la razón por la que no me había mudado de la casa de mis padres antes, odiaba cumplir con los quehaceres, pero algún costo tendría que tener la tranquilidad, silencio y la dichosa libertad que tanto anhelaba.

When I Wake Up (Cuando Desperté)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora