Ese día a las 6:50 exactamente, el ojiverde tenía que trabajar en un bar, pues del dinero que le pagan ahí, era de lo que vivía el pobre joven.
Es un lugar demasiado vulgar, donde a las mujeres se las trataba como objetos de entretención y a los hombres... También.
— Oye Keika~ — Canturreo alegre un borracho del lugar, el joven no tuvo más opción que acercarse hasta donde él para atenderle.
— ¿Necesita algo? — Preguntó él con una forzada sonrisa, aguantándose las ganas de vomitar por el olor a alcohol que este hombre poseía.
— A ti, Keika~ — Dijo el borracho acercándose a Keika, pero éste fue "salvado" por otro hombre que fue rápidamente adivinado por el joven.
— Señor Ritsu Shito. — Dijo él en los brazos de éste hombre que lo miraba con una sonrisa de lado, creyéndose el triunfador. Keika se soltó cayendo de pie y lo miro con odio. — Le pido por favor que se abstenga de tocar mi cuerpo con sus vulgares manos. —
— Pero si te acabo de proteger de ese hombre insensato. Deberías agradecerme. — Le dijo con tono juguetón, a lo que el menor no respondió, se fue sin más, dejando solo al mayor.
— Keika... Ya puedes irte si quieres. — Aviso con una sonrisa en sus labios un amigo de Keika que trabajaba en ese mismo asqueroso lugar. Pero él, a diferencia de los otros, era buena persona con You.
“Después de unas horas...”
Aquella fría noche el joven de coleta, se aventuró a devolver un libro a la biblioteca.
El viento movía los árboles como el cabello atado de Yang, los grillos hacían ruidos escalofriantes, las plantas golpeaban las ventanas de unas casas y sentía como que lo observaban, pero no tenía miedo.
Pues no creía en esa leyenda de que sí viajabas solo por esos lugares "la bestia" vendría y te comería, le resultaba puras fanfarronadas de los hombres del bar en el que él desgraciadamente trabajaba.
– ¿Te arrepientes de lo que has hecho? –
El menor pudo oír esa profunda voz cerca de unos árboles, le pareció demasiado extraño que rondaran por allí...
Movió estos y se asomó para ver mejor... A lo que logró ver de cerca esta escena un poco extraña que ni en sus libros había visto o leído.
Estaba un tipo muy molesto parado frente a un anciano que parecía temerle por lo que estaba arrodillado y lloriqueando.
– ¿Acaso no piensas pagar por lo que ella hizo? –
– ¡¡Lo lamento mucho, Señor!! ¡No era la intención de mi hija arrancar las rosas! –
– ¿Piensas que con una disculpa me basta? –
Se pudo notar la indiferencia con la que trataba ese tipo al anciano que lloraba por el temor de que a su hija de no más de 4 años le fuese arrebatada.
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WhatsApp Spirit Pact (Soul Contract) cANCELADA
SonstigesKeika You le muestra a nuestro sensual Tanmoku Ki esta nueva aplicación y al enterarse de esto; toda la mansión por igual. E incluso los de afuera. Los personajes no me pertenecen, sólo el contenido. No copias por favor <3 no quiero que imiten mi hi...