"27 de diciembre del 2011"
Podría decirse que hay veces en las que simplemente no tienes nada más que hacer que quedarte observando como las personas a tu entorno se relacionan entre sí; él había hecho eso, quizás por mucho tiempo, dependiendo del punto de vista en que lo vieras, en su caso habían sido unos quince años contando que en aquel instante contaba con diecinueve de los que no estaba muy orgulloso, claro, tomando en cuenta que aún vivía con su madre y no tenía estudios universitarios. Cualquiera podría decir que su vida era muy rutinaria y un tanto aburrida. Estaba, en cierta parte, extrañado de aún tener la moral alta; cosa que en la situación en la que se encontraba era algo casi de admirar.
Aparentaba ser un día normal en su día a día, evidentemente no lo iba a ser, se encontraba viendo con desinterés las tranquilas calles por las que vivía, como siempre, apoyado en el marco de madera en el que se encontraba también puesta la ya casi vacía taza de té verde. ¿En qué pensaba? Absolutamente nada, solo estaba ahí, casi parecía que esperara a que aquel árbol que se extendía frente a su morada un tanto anticuada hablara.
— ¿Estás ocupado?
Dio un pequeño sobresalto.
No, no lo estaba ¿Acaso aparentaba eso? No lo creía. En el instante en que había escuchado la voz de su joven hermana notó como su vista se empezó a enfocar en el reflejo producido en el vidrio ¿Realmente lucía así? No podía ser posible, daba la apariencia de no haber dormido en días. Negó con la cabeza en dirección de la rubia de manera oscilante mientras que pasaba una mano por su despeinado cabello; se giró hacia ella.
—No creo estarlo—encogió los hombros apretando los labios en una fila línea. Había sido de esas personas que valoraban mucho el silencio, más en esos momentos este no parecía llegar a tranquilizarlo del todo. El ambiente que se había formado era extraño, alzó las cejas en dirección a su hermana y esta se terminó por sentarse al lado del castaño viendo también por la ventana distraída, tenía la mirada perdida— ¿En qué piensas?
—En la inmortalidad del mosco— "¿De dónde sacaste eso?" quiso preguntar Louis más solo hizo silencio— ¿Es que acaso no es evidente? Mira bien tus alrededores, nos están observando; es evidente que de este año uno de nosotros no regresará
—Estás exagerando— bajó la mirada por unos segundos. No podía asegurar que se equivocara; tragó con fuerza. —Nadie se fija lo suficiente en nosotros como para que nos hayan elegido—
—Es por eso que lo digo, somos estorbos.
El lugar en el cual vivía era uno de los más silenciosos de la zona, podría decir que de lejos aparentaba estar deshabitado, no era como las calles más atractivas del lugar, llenas de niños (Quizás un tanto perturbados, tal vez ya se habían acostumbrado a lo que veían y le restaban importancia), y parejas saliendo a comer algo, tal vez un helado; mas el lugar en el que residía no estaba nada mal; solo era un área llena de gente asustada, este año les tocaba a ellos al fin y al cabo. El oji azul tenía la idea que todo eso era algo completamente inmoral, más no había forma de evitarlo; en cierta parte era mejor eso que tener decenas de muertos para cuando se empezara un nuevo año; la dinámica era simple, todos parecían enterados de esta misma y la historia tras el motivo de esto último variaba dependiendo de quién te la contase; Animalia hacía décadas había sido el terror de los antiguos residentes de la zona, irónicamente; en el punto en el que se encontraban las cosas, todos eran cómplices, hasta él había tenido que ayudar a decidir quién se iba y quien no; apostaba que para algunas personas (seguras que no van a ser los desafortunados ese año) les resultaba divertido
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ANIMALIA. NO LO LEAN, LO ESCRIBÍ HACE AÑOS Y ME DA VERGÜENZA
FanfictionLo que une a un grupo de personas en común. Un grupo cuyos lazos son incluso más fuertes que los de sangre.