Cáp. 11: "El lado oscuro de Matt"

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_____'s POV

-______!! ______!!- Sammy había saltado arriba mío y me dió tal susto que sin intención de hacerlo la tiré al suelo.

- Ya veo, ¿viste que feo se siente?- Puso una mueca, queriendo demostrar que estaba enfadada.

Solté una carcajada e intenté ayudarla para que lograra levantarse, pero no tomó mi mano.

-Lo siento.- dije sin parar de reír.

-¡Se hace tarde! ¡Vamos!- dijo y salió corriendo de la habitación. Yo me quedé viendo estupefacta la velocidad en la que bajó las escaleras ¿Tarde? ¿Qué hora era?

Mierda, esto no es nada bueno. 7:50. No iba a llegar, así que decidí calzarme  unas botas y ponerme una campera. No iba a ir a la escuela, sólo llevaría a Sammy.

-Ven Sammy ¡Vamos! –Ella terminó su desayuno, una manzana. Agarró su mochila y vino en mi dirección saliendo por la puerta, hice lo mismo y la cerré.

Faltaba menos de una cuadra para llegar a la escuela de Sammy, el camino fue silencioso y aburrido. Llegamos al gran edificio donde concurrían cientos de alumnos y la dejé allí. Me di la vuelta para retomar el camino.

Me detuve en la plaza, dónde en un rincón bastante escondido me pareció ver a Matt con un grupo de personas ¿Drogándose? ¿Tomando? ¿Con chicas prácticamente desnudas? No, no y no. Estoy segura que es solo una ilusión, no es él.
Me incliné un poco hacia adelante tratando de ver mejor y me quedé pálida, mis ojos se abrieron tanto que, cómo en el hospital, pensé que iban a salir rodando. De pronto me di cuenta que Matt se levantó del suelo y comenzó a golpear a un tipo. Mi boca se abrió formando una perfecta y enorme letra O.

Quise acercarme, pero ¿Qué iba a decirle? ¿Qué estaba allí para comprobar si eran drogas? ¿Pedirle que me convidara un poco? ¿Preguntarle si necesitaba ayuda para golpear al moreno con el que peleaba? No sirvieron de nada mis preguntas mentales, porque al estar mi cerebro ocupado en pensar en eso, mi cuerpo ya estaba al lado de donde ellos se encontraban, Matt estaba de espaldas. Aproveché eso y decidí irme porque en realidad no sabía qué hacía ahí. Así que me di la vuelta para seguir caminando hasta mi casa y después no hablarle nunca más a Matt.

-Mira quién está aquí... Ah por cierto no sé quién es. ¿Quién eres?- Seguí caminando, no sabía si me lo decían a mí y de todas formas el hombre que hablaba parecía estar muy drogado, decidí hacer oídos sordos.

- Oye, es a ti, muñequita.- Mierda, era a mí. Quise pegarle una bofetada por llamarme 'muñequita' pero sabía que ellos eran más y me ganarían. No valdría la pena.

-¡Detente y ven aquí si no quieres salir lastimada!- Con eso dejé de caminar y me giré muy despacio hasta mirarlos, todos estaban dados vuelta observándome, incluso Matt que había abandonado su maldita pelea y me miraba sorprendido, seguramente porque no esperaba que yo me enterara de esta parte de su vida. Me acerqué lentamente hasta estar a 3 metros.

-Acércate más, ven, no te lastimaremos.- Dijo uno que estaba parado, tenía el pelo negro y los ojos grises. Era muy llamativo

-A no ser que abras la boca y digas a todos lo que viste- Otro se acercó a mí y puso su boca cerca de mi oído.

- Así que no dirás nada, ¿cierto, muñequita?- Él era el que me gritó eso. Apreté los puños para evitar golpearlo, pero en realidad estaba muy asustada. 'Muy' era poco. El tipo me empujó y caí al suelo, todos empezaron a reír.

- Por cierto, lindo pijama. Te resalta el cuerpo.- Sonrió.

- Tú no viste nada ¡¿De acuerdo?!-

Me ruboricé pero me di cuenta en la situación en la que estaba así que asentí con la cabeza, estaba aterrada. Miré en dirección a Matt y éste parecía estar enfadado con el tipo, su mirada expresaba un gran "lo siento". Me levanté y salí corriendo de ahí, me sentía humillada, aterrorizada, enojada y sobre todo muy decepcionada.

-¡______!- Escuché la voz de Matt, pero seguí corriendo hasta llegar a mi casa.

Tenía el corazón en la garganta, realmente creí por un momento que podía morirme de los nervios.

Abrí la puerta y me recosté en el sillón. Cuando me calmé tomé el celular y tenía una llamada perdida de papá y de Madison. Le devolví la llamada a Madison.
A los 3 tonos atendió.

-¿Qué onda Mad?

-¡____! ¿Qué pasó? ¿Por qué no viniste? ¿Te sucedió algo?- Estaba preocupada, no iba a contarle lo de Matt. 1- porque no quería y no era necesario y 2- porque me arrancarían la cabeza. Tragué saliva.

-No, relájate. Me quedé dormida, yo llegaría tarde pero Sammy no tiene horarios tan estrictos así que la llevé a ella a la escuela.

- Ay, _____. Estaba muy preocupada, un mensaje no cuesta nada ¿cierto?- Noté enfado en su voz. Rodé los ojos.

-Basta de regañarme.-Gruñí.

- ¿Algo nuevo del blog?¿Alguna novedad?

Madison soltó un grito y tuve que apartar el teléfono, terminó de gritar y lo acerqué otra vez.

- Me olvidé de decirte. Los populares vieron el blog, Justin está incluido y Ashley también. Admitieron que está muy bueno pero Ashley se puso roja de la ira y dijo que no había nada especial en el blog, que era una estupidez.- Imitó su voz. Me reí y sonreí al escuchar el nombre 'Justin', y no tengo la menor idea de por qué me entusiasmaba tanto el hecho de imaginarlo leyendo las palabras que yo disfrutaba de escribir.

-Qué tarántula maldita. Mad, me tengo que ir. Después hablamos, te quiero, adiós.

-Yo más, adiós.- Y colgué

Subí las escaleras y entré a mi habitación. Busqué ropa y toallas y entré al baño a darme un baño con espuma.
Mientras lo tomaba, todos los recuerdos de hace unos minutos volvieron a mi mente. ¿Matt drogándose, tomando, con chicas casi desnudas, y golpeando a un tipo? No podía ser cierto, ¿Era el mismo Matt que había conocido días atrás? ¿El que se preocupó por mi y me llevó al hospital? ¿¡El que dijo que no le gustaban las fiestas!?

Definitivamente estoy muy furiosa, no puedo creer como la misma persona puede ser tan falsa y tener comportamientos tan diferentes. Pero ¿Por qué estaba enojada con él? Ah, cierto, pequeño detalle, porque estaba desperdiciando su vida en algo muy patético como eso. Pero no podía culparlo porque pensándolo bien no lo conocía, no sabía su historia. Solo sabía su nombre y lo que el había querido mostrarme. De todas formas, me erizaba la piel saber que un tipo así había cargado mi cuerpo, estado en mi casa y conversado con mi hermanita.

Eres mía (Justin Bieber y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora