Un Nuevo Comienzo

Como Nuevo

8 años después (En la dimensión de Trihexa)

Ya era el último día de sus entrenamientos, en este tiempo habían mejorado a niveles estratosféricos, la capacidad física de Issei y Vali era monstruosa, podían aguantar corriendo mas de 400 km sin despeinarse, eran expertos en artes marciales, Vali antes del entrenamiento ya media 1,75 cm e Issei 1,69 cm, pues los dos crecieron hasta medir 1,82 cm, y pesaban 86 kg, pero eran todo músculo, aunque comían como si la comida fuera a desaparecer, bueno sigamos, Kuroka en este campo también había mejorado mucho, no tanto como ellos dos, pero también mucho, en artes marciales estaban mas igualados; sus habilidades con todo tipo de espadas era superior al caballero de 2 piezas del Maou Lucifer; con respecto a la magia, eran muy buenos en cualquier tipo de magia, pero cabe decir que Kuroka les rebasaba, ya que era su especialidad; Ellos dos ya tenían prácticamente dominadas sus longinus, y Kuroka ya superaba a Sun Wukong, que la había entrenado el, que por cierto estaba en el hospital, lo que pasó fue que:

Flashback- finales del 4º año de entrenamiento en la dimensión de Trihexa

Ya habían terminado de entrenar en ese campo, por lo que Trihexa fue a llevarles agua a los 3, pero al final del camino hacia ellos se le cayeron, asi que Kuroka fue a ayudarle, cabe decir que todos llevaban pantalones cortos, y al agacharse, se le vieron los pantalones mas apretados a su trasero , cosa que cierto hombre-mono pervertido no paso por alto, por lo que, sin importarle su seguridad, se acercó para verlo con mas detenimiento, a todo esto el castaño estaba mirándolo con detenimiento controlando su rabia, por que si lo mataba, causaría muchos problemas en el mundo sobrenatural, Vali y Trihexa estaban entre divertidos y preocupados por la seguridad del mono, aunque sabían que Issei tenía razón; Pero ocurrió lo que hizo que cayera la gota que colmo el vaso, que el mono dejándose llevar por sus instintos, dirigió la mano hacia el trasero de la morena con el fin de tocárselo, pero Issei al verlo se movió a una velocidad divina y antes que ocurriera eso, sujetó la mano de Sun Wukong de forma que no le rompiera nada, ya tendrá tiempo de sufrir ahora, dado a la velocidad a la que se movió, todos se enteraron, incluso Kuroka se levantó y miro con asombro lo que había pasado.

-Esto se pone interesante,¿dónde coño están mis palomitas?- Dijo Vali buscándolas rápido para no perderse la acción.

-Te lo dije, mono asqueroso.- Escupió el castaño mirando a este con intenciones asesinas, cabe decir que hace un rato que el mono estaba temblando -Si volvías a solamente mirarla así, y no solo has hecho eso, también has intentado tocarla.- Dijo mientras volvía expulsar la misma aura que la primera y única vez que paso esto.

-Yo digo que Issei le rompe sobre 30 huesos y que estos le perforan 4 o 5 órganos,¿Tú que dices papá?- Dijo Vali chimoso comiendo palomitas.

-Yo que le rompe 50 huesos y que le perforan 6 órganos.- Dijo sin despegar la vista del combate o mejor dicho, masacre que iba a ocurrir.

-Trato hecho.- Dijeron ambos dándose un apretón de manos.

Y entonces empezó la masacre, el castaño empujó a el hombre-mono, antes que le diera tiempo a reaccionar, el castaño le dio un patada en la rodilla derecha para desestabilizarle, para después darle una patada patada en la parte izquierda de la cintura, rompiéndole el iliaco, se acercó mas y empezó a darle rodillazos en el pecho, rompiéndole todas las costillas, que trituraron un pulmón, el hígado y el estómago, rompiéndole 7 u 8 vértebras, a continuación tiró su prácticamente moribundo cuerpo al suelo, este se quedó vomitando sangre sobre 1 minuto y se levantó, y a la desesperada reunió todo el ki que pudo y se lo lanzó, que para su horror el aura que el castaño desprendía la evaporó sin problemas, se levantó con mucho esfuerzo y fue a enganchar un puñetazo a la cara del castaño, pero el lo esquivó sin esfuerzo, le sujetó la muñeca y con un golpe seco del antebrazo le rompió el cubito, el radio, el húmero y varias falanges por la torsión, y, para rematarlo, cogió su otro brazo, lo agarró, y de un salto engancho sus piernas a el brazo del mono, haciéndole una llave, después de caer, el castaño dio un apretón en seco y le rompió el brazo que le quedaba.