Había un joven muchacho con ideas claras y concisas. Su nombre era un nombre más. Era Fred.
Fred se dedicaba a organizar día tras día unos archivos que recogían experiencias vagas en su gran mayoría. Fred trasnochaba muchas veces para que estos archivos estuvieran clasificados alfabéticamente, si eran experiencias que aportaban al sujeto conocimientos en su totalidad o solo eran pasajeras y le permitían ligar durante una noche de copas.
La clasificación era muy basta y podría transformar esto en una lista simple, corta, en algo infinito. Pero no es a lo que vienen a leer los jóvenes lectores. Y no tan jóvenes. Lo siento por vosotros. Espero que esta lectura no venga con decadencias como estay nos desconecte muchas veces de la historia que os quiero contar.
Fred, como ya bien dije, era un joven muchacho con ideas claras y concisas. Tan joven que en realidad no llevaba ni un solo año en su primer y único empleo hasta la fecha y ya era un trabajador muy destacado.
Nos podremos remontar un poco atrás, para explicar cómo este jovenzuelo llegó hasta este mismo punto. Ahora mismo comiendo una hamburguesa en la terraza de la hamburguesería más cercana a su casa, que por cierto solo está a unas manzanas de su trabajo.
Bueno, pues como todo el mundo él tuvo unos padres. Un papá y una mamá. Estos le dedicaron a este pobre hombrecito muy poco tiempo. En sus inicios un tiempo suficiente pero al llegar a sexto grado de primaria 'pues' comenzaba la pubertad. Se aislaba y copiaba las personalidades de todo lo que le gustaba. Escuchaba la música que todo el mundo escucha en ese mismo momento. Y las novedades delos artistas le llegaban como a todo el mundo de aquel entonces. Por la radio.
En este nuevo ciclo trató de hacer algo. Encajar. Como un engranaje más, no tan más ya que es imprescindible para que el trabajo sea real y posible. Sin él no existe el mecanismo. Pero este no es el caso. Él sistema del nuevo centro para Freddy podía avanzar sin él. Él no era parte del sistema. Era un engranaje suelto al que suelen cambiar por estar obsoleto. Hasta que se le ocurrió un plan.
Lubricarse. Sí, suena muy ridículo pero si se actualizaba y trataba de mantener el ritmo de todos los nuevos engranajes podría avanzar y terminar como uno más del sistema. Aquí es donde todo el mundo hace el ridículo y deja la vergüenza a un lado adaptándose a todo. Es tan patético que uno se arrepiente de esta etapa. Espero que no sea tu caso, porque en el mío sí lo es.
Bueno, la verdad es que el primer año creía él que le fue genial. Sonreía a las desgracias. Podría ser como el clásico personaje al cual le sujetan por cada brazo un matón y le están dando la paliza de su vida. Él sonreía. Sonreía al dolor. Algo que en cierta parte aterraba. Algo que a los matones no le importaba, hasta cierto punto. Pasó un tiempo muy largo en el sistema pero corto fuera de él. En tan solo treinta segundos los matones estarían aterrados. El miedo que ignoran en la gran mayoría del tiempo y enjaulan en unos estrechos barrotes se deshacen como si de polvo se tratara. El miedo los envolvía. Más al cabrón que atizaba. Sería el primero en ser envuelto. Pero ese no es el caso.
En su gran mayoría le fue bien en su plan. Sufriendo. Pero terminó lográndolo.
El segundo año se dio cuenta de que estaba perdiendo algo que nunca pensó que perdería. El contacto con sus nuevos engranajes colaterales. Los otros cambiaron de dirección y posición. Adoptaron otras formas y tamaños. Cambiaron muchísimo. Fred tuvo que adaptarse a este nuevo cambio. Se dio cuenta que esto no es igual que es sistema que le acunó. Va a ver a la gente ir y volver. Girar y botar. Rotar y detenerse. En gran parte lo pasó sufriendo en gran parte pero terminó lográndolo.
Este nuevo y tercer año fue el más decisivo en la vida de este joven muchacho. Aquí es donde se encontraría de una vez por todas. Aquí es donde el engranaje coge su color característico y sus propiedades. Aquí es donde decide ser uno más... en realidad eso viene dos años después.
En su tercer año descubre que está solo. Pero encuentra lo que hasta el día actual, en el que por cierto está terminando la hamburguesa y volverá andando a casa ya que no quiere tener una máquina creadora de contaminación en sus manos, es uno de sus mejores amigos. Plantarán juntos una semilla y que brotará en su siguiente año. Eso sí. Este año es en el que más llego a sufrir. Pero lo terminó logrando y superando como un gran campeón que es. O es lo que le hicieron pensar.
En este último y cuarto año del sistema nuestro jovenzuelo seguirá con el mismo plan de la personalidad que el año pasado. Estando solo ya que su nuevo amigo, quedó atrás. Se siguieron viendo en las horas de descanso pero eso está más detallado en otra historia. Con una paranoia de unas nubes que se hacen montañas... una chorrada. Solo que habrá una gran diferencia que lo marcará hasta el día de hoy. Actualidad. Ya está en casa y está encendiendo el ordenador para pasar el rato. No tiene un buen ocio el desgraciado. Bueno. Es que él, sin saber como, se convirtió en el pilar que hace rotar a los engranajes y comenzar el sistema a funcionar. Separaba dos bandos principales y observaba con sus propios ojos como un engranaje pasaba de un lado a otro. Como unos se desacoplaban de otros. Como los que se desacoplaban adquirían nuevas propiedades por estar junto a otro grupo que los influenciara. Pero él no cambió. Le parecía gracioso. Su presencia hizo la creación de errantes. Asustaba también.
Antes de continuar quiero concretar que Fred está y no está entre nosotros. Viene y va. Como el resto de sus compañeros. No sabes si es el mismo muchacho al que vemos a diario o si es otra versión más actualizada del mismo. Perdiendo esas características que le hacía ser lo que era en ese entonces. Un cambio de mente en cierta parte. De mente en otro cuerpo, si es que se puede decir así.
¡Genial! Ya podemos continuar. Bueno, puedo continuar yo.
Ese año lo pasó rápido. Se le asentó una forma de ser y de vivir. Tuvo muchísima suerte en esa época y avanzó por los pelos. Superándose, como siempre.
Los próximos dos años fueron en parte clave. Adquirió conocimientos asombrosos y supo el rumbo que le gustaría tomar siendo uno más del sistema. Hacia qué dirección girar, qué sistema querría activar. Se empapó de esos conocimientos. También se le presentaron personajes y personalidades increíbles. No sé lo podía creer. Lo más seguro es que esto lo termine leyendo alguno de esos carismáticos protagonistas de su propia historia. Espero que la esté disfrutando.
Pero esta historia solo acaba de comenzar. En esta historia nuestro querido muchacho, francamente hablando, no destacará como en muchas de las narrativas que nos presenta el cine o las series basadas en la realidad, haciendo destacar por mil un caso que está dividido por cien mil. En esta historia será uno más. Puede que deje de lado al joven y me empape más en otros ya que él, no es tan importante.
Ahora se está acostando, para comenzar un nuevo día.
El trabajo de Fred es, bueno lo más correcto es decir empleo. El empleo de Fred, para la empresa que trabaja, es una única empresa. Tiene el monopolio de los monopolios. Es la única existente y tiene infinitud de departamentos. Desde transportes pasando por los comestibles hasta el departamento de estructuración, que es donde se encuentra nuestro centro de atención. En un sub-departamento de archivos. Es curioso que un joven que se dio cuenta que no puede encajar en un sistema elija este trabajo. El objetivo de Fred es aprender todo lo posible del mundo exterior en el que habita. El espacio exterior. Algo como un astrofísico o un astronauta. Sí... Un astronauta, explorador del espacio que rodea a su mundo. Es el sueño de todos alcanzado por algunos.
Pero como mucho, él se entretenía leyendo los informes. Los releía todas las veces que hiciera falta porque sabe que son ciertos en cierto punto. Que la información que le llega es eso. Información. Ni verdadera ni falsa. Ni más real ni menos onírica. Es más. No podía diferenciar las ideas de los sueños de la realidad.
Toda esa información le servía para comprender más a como es la naturaleza del exterior.
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f-red
De TodoLa vida de un joven muchacho acaba de nacer. O desaparecer. Lo que importa que estuvo presente, o lo sigue estando, entre nosotros.