~The House~

~Capítulo 1~

Mi nombre es Alexa Rodrigues, tengo dieciséis años recién cumplidos, soy Andaluza pero vivo en Cadiz, España.

Solía estar mucho tiempo con mis padres, pero mi madre murió y mi padre se ocupa mucho con el trabajo. Por lo tanto me dejó a cargo de mis abuelos maternos, me costó acostumbrarme no solo a la falta de mi madre, si no a la mudanza, yo vivía en la ciudad, pero me mudé a la casa de mis abuelos en un pueblo de aspecto colonial, antiguo y frío.

La verdad en un principio creí que iba a tener problemas para socializar aquí, pero no fue así. Las familias son muy comunes y los adolescentes típicos de una gran ciudad, de hecho, su vestimenta es muy colorida y llamativa, lo único espeluznante es el lugar. Pero si te adentras un poco más, vez que todo es muy agradable.

Me mudé aquí a los 14 años, y podría decirse que conozco a todo el mundo, la verdad es que es normal, porque el pueblo no resulta tan grande como una ciudad, es sencillo que todos se conozcan,  bueno, creíamos que era así.

Todo inició hoy en el primer día de escuela luego de unas largas Vacaciones de verano. Todos recurrimos como era de esperarse, por ser tan pequeño el pueblo, solo había una escuela:

- Buenos días jóvenes, bienvenidos a otro año escolar, estoy muy contento de poder recibirlos hoy a todos- Anunció el Sr. Guerra, quien también era Sacerdote.

Todos lo saludamos de igual forma y agradecimos su bienvenida.

- Sin embargo, quiero darle la bienvenida a la nueva estudiante que nos acompañará este año, pasa. - dijo el dirigiéndose a la puerta.

A lo que vi asomarse una chica de aspecto misterioso y sombrío, tenía el cabello negro muy largo y la piel realmente pálida, no se que, pero algo en ella me daba escalofríos y yo no era la única que lo pensaba. De repente sentí su mirada clavada en mí, era como recibir una puñalada, solo reflejaba odio aunque su semblante era neutro.

Retiré mi vista de ella, creo que eso la incomodaba y más, la molestaba.

- Bien, ¿cual es tu nombre? - Preguntó el sacerdote, el cual yo también apreciaba nervioso por la presencia de aquella chica en la sala.

- Sarah... Sarah Livednon. - dijo ella con una voz espeluznante, hizo que mi piel y que la de varios se erizara.

El Sr. Guerra la miró con una cara de sorpresa inexplicable, mientras ella escondía la suya, El tragó profundo y siguió hablando con nervios increíbles.

- B-Bueno, sigamos, el día de hoy solo será para ponernos al día en cuanto a los horarios...- Comenzó a explicar todo lo referente a la escuela.

Yo sólo tenía cabeza para pensar, ¿Por Qué se puso tan nervioso con el nombre de esa chica? ¿Quien era ella? ¿Por qué nunca la he visto en el pueblo? ¿Será una extranjera? ¿Qué con su físico? En verdad da miedo...

Hola...

Eso resonó en mi cabeza de la nada, esa voz...

Me giré de golpe y la miré asustada, ¿Como es qué escucho su voz en mi cabeza?

Y efectivamente no era de mi imaginación, ella me estaba mirando fijamente y eso lo dejó claro. Hice una mueca con mis labios articulando un "¿Que?"

Ella sonrió e imitó mi acción pero en lugar de eso, dijo "Ho-la" con cara de psicópata, me Asusté y volví a girarme, esta vez con vista al profesor que ya llevaba un buen rato hablando.

No entiendo, ¿Que pasa? ¿Como hizo eso?

Ésta chica es realmente escalofriante.

[...]

Sonó la campana de salida y todos nos levantamos, la chica, "Sarah" salió casi que disparada, mientras otros conversaban, la verdad nadie estaba interesado en ella, ni siquiera en hablarle.

Pero yo sí, y por eso la seguí.

- Oye, ¡Espera!- Grité siguiéndola.

Ella giró frenándose de golpe-¿Que?- me dijo fría y con un rostro sin emociones.

- Sólo... Sólo quiero hablar contigo. Me parece extraño lo que hiciste hoy... Es... Es algo muy raro... ¿Que?... ¿Quien Eres? ¿De donde saliste?- Dije esperando respuestas de su parte.

- Te responderé todo... Soy Sarah, Sarah Livednon- Respondió firme y recalcando su apellido.

- Ajá...-

- Li-ved-non- dijo ella lentamente, como esperando a que yo entendiera.

Pero fue imposible, yo Seguía sin entender, ¿Que tiene que ver su apellido en esto?

- ¿Sabes?, Olvidalo- dijo dándose media vuelta y marchándose.

Yo me quedé allí parada un rato más, seguía pensando.

Debo investigar su apellido, esa es la clave, pero...

¿Donde?

Att.: Veruh_Jiménez