Eleine caminaba con lentitud por el oscuro bosque, el suelo estaba húmedo y se podría percibir el olor a petricor. Su cabello dorado estaba despeinado y su cuerpo frío como el ambiente donde se había perdido. Divagó entre los árboles sin saber a dónde se dirigía. Cuando estaba a punto de perder las esperanzas encontró un camino entre los troncos de los árboles; su reacción fue una inmensa sonrisa, "Regresaré a casa" pensaba Eleine con emoción. Siguió aquel camino con toda la rapidez que le era permitido, pero cuando éste terminó sólo había delante de ella una cabaña. La joven suspiró por la desesperación. Se acercó a la pequeña casa y tocó la puerta principal.
—¿Hay alguien ahí? Me perdí en el bosque, por favor, necesito ayuda. —gritó la joven de cabello rubio al no recibir respuesta. Examinó detenidamente aquél lugar tétrico. La ventana de su lado derecho estaba rota, la madera estaba pudriéndose lentamente. Escuchó un rechinido, y al volver a ver la puerta, ésta estaba abierta.
A Eleine no le importó en lo absoluto éste acontecimiento y sin temor entró. Caminó por el pasillo principal, la casa estaba desordenada, los muebles en una posición extraña y casi no había luz, sólo la suficiente para que la joven no tropezara. Ella giró un momento la cabeza al escuchar un sonido al lado suyo y entonces vio otra puerta de madera, en ésta se encontraba la frase "Prohibido entrar" con pintura roja. Ella tomó la manija y la giró con un temblor en su mano; Miedo hace mucho que no sentía esa sensación. Cuando la puerta finalmente se abrió vio una única luz penduleante sobre una mesa de madera. Eleine se acercó con lentitud hacia dicho artefacto, pasó sus suaves dedos rozando la madera del mueble.
La puerta se cerró de repente, Eleine trató de voltear su cabeza para examinar el lugar y asegurarse si todo era seguro, pero algo se lo impidió. Alguien tomó y puso su mano derecha sobre la boca de la chica evitando que ésta gritara. Esa persona hizo que la joven inclinara su cabeza y así, con este acto hecho, pudo oler el cuello de Eleine y el siguiente acto pasó su lengua por aquel sitio. La joven no pudo describir la sensación que tuvo en ese momento.
—Eleine...pasaste por un lugar prohibido, tendré que castigarte. —susurró el hombre excitado por sentir el cuerpo de la mujer tan cerca. Quitó sus manos de los labios de la mencionada y así bajar hasta las muñecas de ella y colocarlas lateralmente.
—Ban...—llamó Eleine ante el tacto de sus manos en sus brazos. No se resistiría a su castigo. Poco a poco Ban "El zorro de la avaricia" comenzó a besar el cuello de la joven dama, ella emitió un gemido ante el tacto de los fríos labios del muchacho posicionado atrás de ella. Ban por su parte comenzó a bajar las hombreras del vestido del Eleine hasta dejarlo caer al lúgubre suelo.
Ban tomó bruscamente delas muñecas a Eleine y con rudeza la acostó en la fría mesa de madera. Él quitólas prendas íntimas de ella y no pudo evitar morder su labio al ver el cuerpodesnudo de Eleine, que, para el muchacho, era como una misma diosa. Una diosaque estaba ahora a su merced.
Agarró las muñecas de Eleine y las ató a las esquinas de la tabla, lo mismo hizo con sus pies y piernas. Pronto él comenzó a exasperar, tenía unas ganas horribles de hacer todo tipo prácticas con ella, pero no sabía cómo empezar. Dio un gruñido y se dio media vuelta observando todos los instrumentos que tenía. Cuando al fin se decidió se decidió a dirigirse a Eleine con un pequeño cuchillo en mano.
Con la lujuria emanando por sus ojos, cada jadeo se acompañaba con paso silencioso en la habitación, ella lo miró con preocupación, nunca creería que aquel joven que conoció apenas hace unos meses realmente era un joven masoquista desenfrenado. Eso para Eleine era excitante. Las cicatrices del cuerpo de Ban eran notorias a través de su camisa con los botones desabrochados, para la joven, aquellas marcas eran senderos llenos de placer. Cuando Ban llegó hasta la joven unieron sus labios formando un apasionado beso. Aquél movimiento de sus bocas fue tomando intensidad y cuando se separaron Ban se despojó su ropa. Completamente desnudo frente a Eleine, comenzó a hacer tajos en el cuerpo de ella para luego beber con deseo la sangre que brotaba de esas heridas. La mujer gimió ante aquel acto y esto excitó mucho más a Ban. Mordió los pezones de ella, también lamió deseando cada vez más hacerla suya.
Finalmente él desató sólo las cadenas que amarraban los pies y piernas de ella, con el fin de disfrutar su cuerpo encendido por la pasión desenfrenada que yacía en ella, por un momento de cariño y deseo; que era un regalo de la misma diosa Afrodita para que los dos disfrutasen ese instante de lujuria y delirio, la sangre de las manos de Eleine corriendo por las cadenas se detectaba sólo por su aroma, y la esencia de la joven era suficiente para incitar Ban a besarla más y más.
Ambos disfrutaron cada embestida, cada beso, cada caricia. Disfrutaban de su pecado. Ella gritaba su nombre mientras suplicaba que le diera más placer, más dolor. Cuando Ban ya casi llegaba al éxtasis, sacó su virilidad de la intimidad de ella y con un par de caricias libera su esencia en el pecho de Eleine. Él mordió su labio y acomodó su miembro entre los pechos de ella y con ferocidad comenzó a frotar. Esto sólo se podría comparar con la chispa y la pólvora, pues estos se funden en éxtasis. Los gemidos impregnaban la habitación, los azotes desprendían la carne con rudeza comprable con la purga de los centenarios. Débilmente se entregaba con fulgor, en ese momento, el cual tendrían un sentido del placer muy diferente, el coito no lo verían, no lo escucharían, no lo sentirían igual después de este encuentro, tan placentero y llenador. El sexo ahora lo tramarían de una forma escalofriante y masoquista al límite del orgasmo total.
El disfrute del joven en la entrepierna de la mujer era total, nunca sintió más gozo en su vida. En esos instantes su roce en los confines de su amante le causaba la mayor de las excitaciones, los gemidos le daban aliento, los besos fuerza, las caricias le daban una lujuria incomparable que sólo el desfogue le tendría el cese de sus carnosidades de su miembro. Cada caricia y beso le daban energía, el roce y la penetración en sus íntimos segmentos le daban el éxtasis, la agarraba, la azotaba, la mordía hasta que su sangre salía del cuerpo, la rasgaba por dentro por cada embestida en su mundano ser, era una bestia con la joven dama.
Los ojos de Eleine estaban cristalinos por el dolor combinado con el placer que el zorro de la avaricia le proporcionaba.
—Suéltame.— Suplicó Eleine con aquellos ojos cristalinos, a la vez mostraban lujuria y una sonrisa malévola aparecía en su rostro. Ban accedió a los pedidos de su amante desatandolas cadenas de sus muñecas. Cuando menos lo esperaba Eleine estaba arriba de Ban. La chica besó los confines de cada cicatriz, esto, a pesar de la naturaleza del zorro, lo ponía nervioso y excitado. Eleine se acomodó sobre el miembro erecto de Ban haciendo que éste la penetrara fuertemente y con pequeños salto por parte de Eleine puedo lograr que el hombre gimiera. Poco a poco los saltos de cadera fueron tomando intensidad.
Ban no podía controlar sus deseos carnales. Los senos de Eleine se movían al ritmo de las embestidas que ella causaba. Los pliegues de su entrepierna se derretían por el placer que la situación causaba. La luna era testigo del gran pecado que cometían. Y la noche ahora sería un recuerdo del gozo que le daban cada uno de sus cuerpos.
Conforme la luna se ocultaba. Ban y Eleine terminaron su danza en un grito llenio de lujuria. Pra que ambos quedaran acostados en aquella mesa. Sus suspiros daban a entender los cansados que habían quedado después de aquella práctica de deseo.
Eleine se levantó a día siguiente con chupetonesen todo el cuerpo a la vez que varias cicatrices. Ban se levantó junto a ella.
—Las marcas que tienes en el cuerpo son el símbolo de que ahora me perteneces. Eres sólo mía, Eleine. —murmuró Ban el oído de la chica mientras esta se vestía. Ella se volteó y le besó en los labios para susurrar un "Nos vemos mañana en la noche, Zorro avaricioso."
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Entre el dolor y el placer [Ban y Eleine] ONE-SHOT LEMMON NANATSU NO TAIZAI
FanfictionEsta historia contiene contenido para adulto, si eres menor de edad abstente de leer este escrito. NO SE PERMITEN COPIAS NI ADAPTACIONES SIN AUTORIZACIÓN DEL AUTOR.