Capítulo dos ⏪

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Una semana paso desde que te vi, había ido a tu parada unas veces, pero nadie apareció. Seguí yendo por dos semanas más con la intención de encontrarte. Pero simplemente parecía que la tierra te había tragado. Decidí no darle vueltas al asunto, quizás solo estabas de paso ese día.

Luego de un mes, un catorce de enero para ser exactos, fui como normalmente a la parada de autobúses, esperando ansiosamente poder tomar uno que me llevara a mi departamento y dormir hasta que pasara el frío invierno.
Pero algo llamo mi atención, un chico sentado en una banca, miraba curiosamente hacia los lados, entonces esos ojos color café que no pude olvidar me miraron, sonreí, no pude evitarlo. Fue extraño ver que estabas vestido de la misma forma en la que hace un mes te vi por primer vez, llevabas puesto un pantalón de mezclilla azul con pequeños cortes en las rodillas, unas zapatilla blancas y una chamarra de color beige. Estabas vestido sencillamente, pero te quedaba tan bien. Supe después de eso que todo realmente te quedaba malditamente bien.

Me acerque lentamente decidido a hablarte, pero me miraste y luego hablaste.

-¿Otra vez tú? Creí que ya te había dicho que no quería tomar café contigo. Dejame en paz.-

Te moviste un poco, quedando a quizás un metro de distancia, parecia irreal, definitivamente tu belleza no era real.

-Ya entendí que no te gusta el café, pero estoy aquí porque mi autobús también pasa por esta parada. - me miraste y luego sonreiste. ¡Maldición! Me encantaba esa sonrisa.

-Tendré que cambiar de parada entonces.- soltaste una carcajada. Olvidalo. Tu risa también me encantaba. - hace mucho tomo mi autobús aquí y nunca te eh visto.

-Me mude hace casi dos meses, pero lo curioso es que desde que llegue a Seúl, espero yo el autobús justo aquí y no te eh visto. - me miraste confundido.

-Eso es más extraño, suelo venir siempre después de clases casi a esta hora y juro que no te había visto.

-Quizás el destino nos quiso juntar justo ahora.- sonreí y también lo hiciste. - ¿Cómo te llamas?

-Mi nombre es Hoseok. Mucho gusto, extraño sin nombre.

-¡Hey! No me llames así, tu eres mucho más extraño. ¿Qué clase de humano no toma café?.

-Claro que tomo café, solo no aceptaría tomarlo con una persona que no conozco. - me mostraste tu lengua y comprendí que tenias razón. En ese instante conocí a un Hoseok infantil. ¿Qué clase de loco aceptaba café de un extraño?. -a todo esto abuelito, no me has dicho tu nombre.

-¡Claro! Mi nombre es Min Yoongi.- le pase mi mano y la tomo, convirtiéndola en un saludo.

Sonreimos al mismo tiempo y me sentí aliviado, al menos ya sabía tu nombre, tu bonito nombre.

De un momento a otro las cosas cambiaron, el ambiente se volvió demasiado tenso y tu rostro cambió a uno de angustia mezclado con miedo, mire a tus ojos, veían a algo fijamente y reflejaban temor. El fuerte chirrido de las ruedas de un auto negro hizo que me volteara a ver.
Tenías miedo, aquel auto hizo que temblaras y pude sentirlo, tus ojos me lo decían.

Quise ayudarte. No pude hacerlo, antes de que quisiera preguntar que paso, ya estabas corriendo y para cuando reaccione, salí a buscarte, doblaste la esquina y cuando llegue allí ya no estabas.

Como si hubieras desaparecido. Como si fueras una ilusión. Una bella ilusión.















(9.4.19)

Catorce •YoonSeok• ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora