02

10 1 0
                                    

7 de Julio del 2017

Hasta ahora el verano había sido muy divertido, me pasaba todos los días con mis amigas en la piscina o simplemente callejeando por Madrid, ya que quería disfrutar al máximo de mi ciudad, pero aun no se lo había dicho a mis amigas, y los días se iban acabando. Pronto tendré que buscar una forma de decírselo.

En mi familia las cosas han mejorado, mama y papa están muy entusiasmados con la idea, ya han encontrado casa y están decidiéndose entre dos posibles institutos, por su parte mi hermano Pol ha mejorado mucho su actitud y ha empezado a aceptar la idea de que en cuestión de semanas nos mudaremos, Alejandro se tomo la idea bastante bien, lo que pasa que el esta estudiando en la universidad, ya que tiene 21 años, y han de buscarle otra nueva allí y eso supone un gran problema, por su parte Carlos esta indiferente ya que no vendrá con nosotros, el hace tiempo que no vive con mis padres ya que tiene 27 y hace un año se fue a vivir con su novia, pero aun así la noticia le han entristecido bastante, ya que no nos vera diariamente como ha hecho hasta ahora.

Son las 18:47 y estamos en la piscina de mi amiga Sara, creo que es el momento perfecto para darles la gran noticia.
Lana: Chicas.... tengo algo que deciros, he querido deciroslo antes pero no encontraba la forma de hacerlo.
Sara: ¿Que pasa?. No nos asustes
Lana: No es nada grabe, solo es que...bueno pues....que....me mudo a finales de Agosto.
María: ¿Qué? ¿A donde?
Lana: Pues.... a Toronto, Canadá.
Marina: ¡Pero si eso esta muy lejos!
Lana: Ya, es que han trasladado a mi padre y no tenemos más opción que mudarnos con él.
Andrea: ¿Cuanto tiempo vas a estar fuera?
Lana: Pues para ser concreta....cinco años. Chicas lo siento mucho, yo no lo he elegido, por favor no os enfadeis conmigo.
María: Como nos vamos a enfadar contigo tonta, tu no tienes la culpa de nada.

La reacción que tuvieron mis amigas me gusto mucho, no se lo tomaron a mal y tampoco se enfadaron conmigo por haber tardado tanto en decirles lo que pasaba. Sentí un gran alivio al contárselo, ya no podía seguir callandomelo.  

Toronto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora