Nueva aventura, nuevo Morty.

1K 70 18
                                    

— ¡Vamos Morty! ¡Muévete o-o esas cosas van a matarnos! — Era habitual ver a Rick y a Morty metidos en este tipo de situaciones, a causa del mayor que siempre lo arrastraba consigo a todas sus desequilibradas aventuras fuera del planeta tierra. 

Esta vez se encontraban en una dimensión - de tantas que Morty desconocía - huyendo de unos seres siderales totalmente amorfos, de diversos colores, tamaños y formas. 

Tenían un aspecto y olor asqueroso. 

Huían por entre pasillos futuristas  que quizá jamás se verían ni después de millones de años en el planeta.

  —  ¡Po-por un demonio, Morty, mueve tus malditas piernas!  — el susodicho no podía más. Habían corrido por quien sabe cuanto tiempo. No sabía si habían avanzado o sólo habían estado corriendo en círculos siquiera. Todo lucía igual. Paredes oscuras llenas de luces. Y todo por una estúpida bola de cristal que emanaba destellos pigmentados extraños. 

El castaño no pudo más y se detuvo a retomar el aire, su pecho dolía por la falta de aire necesario para seguirle el paso a Rick.

  — C-cielos, Morty, ¡¿Qué- qué demonios esperas?!  — El científico se giró al no escuchar sus pasos cerca, y pudo notar como, efectivamente, no estaba cerca. 

 — Lo-lo siento, Rick, no puedo más...  —  Estaba exhausto, lo podía notar. 

Los movimientos babosos de las criaturas se podían percibir no tan lejos y a prisa, lo cual hizo que el más alto se alterara un poco, corriendo a la dirección de su nieto.

 — ¡Por un demonio, Morty! — Jaló al mencionado del brazo para que corriera a su velocidad, metiéndose a otro pasillo donde la luz comenzaba a ausentarse de a poco, hasta que terminó en la total desaparición de esta.

Morty pudo sentir como Rick tiraba de su brazo para colocarlo a sus espaldas. 

Estaban justo detrás de un una pequeña pilastra. El peliazul colocó una mano en la boca del castaño para que no emanar sonido alguno.

 El silencio reinó de pronto. 

 — ¿Estás seguro que vinieron por acá, idiota?   — 

—  Se-seguro señor.   —    

 — ¿Y si no es así, qué?  — 

 — No-no lo sé, señor  —

Las voces eras distorsionadas, como si no pertenecieran a ningún sexo en especifico. 

De pronto agudas, de pronto graves o intermedias. 

Sonidos de artefactos siendo arrastrados se hicieron presentes. Los estaban buscando bajo cualquier cosa.

 — Aquí no hay nada, pedazo de imbécil  —  Reprendió uno de ellos. Era muy autoritario. 

Estaban justo frente a ellos. 

—Señor, lo siento...—

  — Me hiciste perder el tiempo, ¡Grandísimo estúpido! —  Estaba muy molesto. Su voz ahora era lúgubre, como si la hubiesen hecho con algún programa de miedo.

Los gritos se hicieron audibles, seguido de un disparo fino y de pronto silencio total.

Rick, apretaba con más fuerza la boca de Morty.

  — Grandísimo idiota — repitió con su voz "normal" de nuevo — Señor, aquí D-995, los intrusos escaparon, no hay nada ya. —  

Rick sonrió para sí mismo.

¿Aún estás seguro de ésto, Morty?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora