♡daddy, i want pizza♡ [Kaisoo]

🍕

That I want you
I want you back
Cause I want you
I want you bad
Cause pizza sucks without you
It's not a question of appetite
Pizza sucks without you
Anyway
Pizza sucks without you
Every day is a bore without you
Pizza sucks without you

                                      Oohyo-Pizza

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La televisión reproducía un programa de cocina, los postres, la bajilla, la mesa, la decoración de ésta, todo estaba perfectamente ordenado en su lugar, como si pertenecieran a cada uno de esos espacios. La comida servida de la mejor forma, raciones demasiado pequeñas para mi gusto pero te atraía lo que veías, pequeñas porciones con grandes sabores, tu paladar podría explotar con una mordida, una lamida, un beso.

"Ahora añadiremos la piña, esta resaltara entre los sabores y hará que el queso sepa aún mejor"

-Ey,- El toque suave de una mano grande y fuerte removió mi flequillo para llamar mi atención. Subí mi mirada dejando de lado la pantalla frente a nosotros para encontrarme con unos ojos cafés que reflejaban cariño y amor, pero que en el fondo escondían la lujuria que a mí tanto me excitaba- ¿no te da hambre ver esos programas de comida? ¿por que no mejor vemos el juego?

Estábamos en el sofá, el sentado con las piernas abiertas y yo acostado con mi cabeza en una de sus piernas con mis pies tocando el brazo de sofá. Una de sus manos acariciaba mi cabello mientras que la otra jugaba con las mías apoyadas en mi pecho.

-Uhmm- baje la mirada hacia nuestras manos unidas, las mías eran más cortas y rellenitas que las de él, que al contrario de mis dedos, los suyos eran bastante largos y delgados, un poco rugosos y duros al tacto- tienes razón, dan hambre, ¿que tal si pedimos una pizza?

-Una pizza- Sus ojos volvieron a la pantalla, y en unos segundos pude ver como el hermoso café brillante de sus iris se volvía oscuro, dejando ver lo que sus ojos esconden. Su mirada volvió a la mía y supe que el juego había comenzado- tendrás que ganártela.

Lujuria.

Sus palabras no tenían nada erótico, pero fueron como una corriente eléctrica directo a mi pene. El cuál ya estaba acostumbrado a ser querido y maltratado en algunos casos.

Pero no importaba el maltrato.

Me encantaba.

Yo ya estaba de pié frente al televisor con mis ojos conectados a los de Jongin. Yo sabía lo que él quería, él sabía lo que yo quería, todos lo sabían.

Mi mano fue directo al dobladillo de mi camisa rosa pastel, para levantarla lentamente revelando a su paso mi piel blanca con pequeños rasguños, moretones, y mordiscos. Tal vez fueron lo de hace una semana, los de ayer o tal vez los de esta mañana, nunca se sabe, es un secreto que solo papi sabe.

Mis manos soltaron la camisa dejándola caer en mis pies, solo quedaba mi pequeña ropa interior, las medias hasta las rodillas no las quitaba, nunca se quitaban ya que a el le gustan, tampoco mi choker negro con una pequeña campanilla."no se quita" me dijo papi una vez.

La mirada de papi me estaba taladrando, sentía mi cuerpo arder. El no tenia ninguna expresión en su cara pero yo sabia que en el fondo él estaba excitado, lo estaba disfrutando, lo sé porque lo conozco tan bien como conozco su cuerpo y él el mío. Y su polla alzada me lo confirma.

-Date la vuelta, quiero verte- su voz gruesa y ronca violaba mis oídos, y despertaba aún más a mi amigo de allá abajo. Me di la vuelta dándole mi espalda, exhibiendo mi trasero, una de sus debilidades, yo sé que le encanta, me lo recuerda cada vez cuando lo nalguea, penetra, lame muerde y besa.