Llegué al cruce sin saber lo que me esperaba. El sonido mágico que producía el tren al pasar por las vías me recordaba a una vieja anécdota, una en donde éramos todos felices. Se podía sentir los suaves rayos del sol de primavera y una brisa se deslizaba sobre las hojas de los árboles.
Luego de que se alejara el torbellino de emociones, solo se escuchaba la impenetrable voz del silencio. Era un silencio cómodo, cálido y alientador, pero el andar de tus zapatos de tacón bajo pudieron cumplir mi deseo más profundo: poder dar el primer paso hacia el otro lado.
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Mis textos
RandomEstos textos significan muchas cosas. Cada uno está escrito con intensidades diferentes, dirigida a personas diferentes y con significados no muy bien definidos. No espero el agrado de nadie.