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Seungkwan confiaba en Hansol.
No lo demostraba a menudo, sin embargo, Hansol lo notaba. Lo notaba cuando ganaban un premio y él se dirigía directamente a Hansol con una sonrisa de orgullo. Lo notaba en la manera en la que Seungkwan le sonreía con complicidad, como si ellos dos compartieran el secreto que podría cambiar el mundo. Lo notaba cuando le pedía ayuda en las prácticas, cuando los demás se veían cansados y Seungkwan no quería ser una molestia. Lo notaba en las conversaciones sobre temas personales que mantenían hasta que ninguno de los dos podía mantener sus párpados abiertos, e incluso entonces, hablaban con los ojos cerrados hasta que el sueño los dominaba por completo.
Si alguien le preguntaba a Seungkwan qué tan importante era Hansol para él, su respuesta inmediata sería un comentario descarado acompañado de su risa confiada. Hansol haría un puchero y los demás miembros reirían, Jeonghan o Jihoon tal vez burlándose de él aprovechando la oportunidad. Si le preguntaban qué le gustaba de Hansol, él voltearía a verlo con esa sonrisa cómplice que solo le dedicaba a él y respondería un simple "nada" sacándole la lengua con esa chispa de diversión en los ojos que atraía a Hansol al punto de querer sostener su mirada todo el día.
Y, si alguien le preguntaba a él, Seungkwan era como un café por la mañana. Para Hansol, Seungkwan era como una ciudad por la noche, siempre despierto, siempre atento, siempre tan vivo y enérgico que no podías evitar sentirte vivo tú también. Y tal vez era una de las varias razones por las que Hansol nunca se cansaba de verlo.
Sí, Seungkwan confiaba en Hansol, el chico incluso se atrevería a decir que confiaba en él más que en cualquier otra persona, y Hansol podía asegurar que él confiaba en su amigo de la misma manera.
E, incluso teniéndose tanta confianza, Hansol nunca había visto a Seungkwan deprimido, y el hecho de que estuviera sucediendo con frecuencia durante los últimos meses le preocupaba al punto de odiarse a sí mismo por no hacer nada para evitarlo.
Claro, lo había visto llorar varias veces, puesto que no era secreto que Seungkwan era tan sensible que podría llorar por la muerte de una mosca, pero Hansol jamás lo había visto deprimirse al punto de encerrarse en el baño sin intención de salir por horas.
El problema había comenzado unos meses atrás por un comentario que decía que Seungkwan había subido de peso. Seungkwan, siempre tan vivo y contento, hacía comentarios al respecto a manera de broma e incluso él se burlaba de sí mismo, ocasionando que los demás miembros también se lo tomaran a la ligera.
"Les juro que después de comerme esto voy a irme por cuatro horas al gimnasio"
"Tanto que me quejo por estar gordo y sin embargo sigo comiendo"
"Les juro que voy a dejar de comer a partir de mañana"
Seungkwan creía que nadie lo notaba, pero, de nuevo, Hansol se preocupaba por su mejor amigo.
Esa pequeña etapa de depresión terminó cuando Hansol lo pilló intentando vomitar el desayuno, el chico inmediatamente había alertado a los tres mayores del grupo, muy a pesar de Seungkwan, y entre todos se habían encargado de recopilar comentarios de las fans donde le agradecían por ser como era. Esa noche Seungkwan, aun afectado, le había pedido a Hansol que durmiera con él, algo que sorprendió a todos porque a Seungkwan no le agradaba compartir la cama con nadie. Desde entonces, Hansol se aseguraba que Seungkwan comiera y, si el mayor no tenía hambre, se encargaría de darle un bocadillo después.
