Sexo

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Hola, a todos!

Hace un tiempo atrás alguien me pregunto cuál era la diferencia entre el sexo y el amor... tras horas de hablarlo y de llegar a alguna idea en común nació este fic en mi cabeza...

Enjoy

Sexo

Si alguien me hubiese dicho hace algunos años atrás que estaría en el Rabit Hole pidiendo alcohol para poder olvidar por unos minutos a Emma Swan lo hubiese enviado a encerrar o me hubiese limitado a lanzarle una bola de fuego y acabar su triste existencia

-¿Que le sirvo su Majestad?

Levante la vista de la barra donde había tomado asiento hace unos minutos y fije mi vista ante la conocida voz frente a mí

-Buena a noches Frederick - le saludé con una ligera inclinación de mi cabeza

Difícil no había sido registrar a uno de mis guardias más confiable durante mi reinado. Me dio una pequeña sonrisa al ver que lo había reconocido

-¿Qué desea que le sirva?

-Sorpréndeme

Lo vi ponerse entre varias botellas para poder a mezclar algunas de ellas en una copa, las lanzaba al aire con confianza antes de detenerlas a medio camino y verterlas frente a mí

-Su copa Majestad - me indicó acercándola hasta mis manos - la casa invita la primera

-¿Qué es?

Me hizo un gesto invitándome a confiar en él y que bebiera. Lleve la copa hasta mis labios disfrutando el dulce sabor y sintiendo la comezón en mi garganta producto del alcohol

Volví a tomar otro sorbo recordando lo que me había traído a este lugar

Estúpida Swan y su sentido del heroísmo, no habían pasado minutos tras nuestra charla y su confesión de que su destino era morir en mis manos, cuando tras verla partir a los brazos de su familia con la cabeza gacha que decidí llegar a este lugar

-¿Quiere hablar Majestad? - me pregunto tomando una de mis manos de forma reconfortante - antes solíamos hacerlo

-No sabría cómo Frederick

-El comienzo siempre es un buen inicio Regina

Sonreí ante su invitación pensando la primera vez que la vi, la persona que era antes de entrará ella a mi vida

Antes de ella me había considerado una persona fría, desde la muerte de Daniel y con las continuas lecciones de Rumple había aprendido a manejar cada una de mis emociones, incluso mis ataques de furias hacia nieves durante mi estadía en el bosque habían sido pensados y calculados.

Era como si a diario me levantará y me colocará una máscara que cubriera del mundo y escondiera cualquier signo de debilidad

Pero recuerdo el momento exacto en que la vi caminar hacia mí.

Henry venía a su lado, y ella con su caminar despreocupado tan similar a su madre pero con los ojos fijos en mí.

Me sentí evaluada como madre cuando entendí quién era, no confiaba en ella, no sabía sus intenciones y definitivamente no la que quería cerca de mi familia

Recuerdo que la invite a beber algo en ese momento, no sé bien con que intención... Quizás para medirla y ver a que me enfrentaba en ese momento

Y sólo puedo recordar un sólo pensamiento de aquella noche... Emma Swan era una mujer que no debía de mirar en menos como rival y lo supe en el momento en que me vio a los ojos y no vi miedo en ellos

-¿Regina?

-Lo siento Frederick, me distraje en mis recuerdos

-¿Supongo que cierta rubia invade sus pensamientos?

Me removí incómoda ante sus palabras, preferí hacerme la desentendida

-No se preocupe Majestad – se disculpó por su atrevimiento - sólo lo supuse por la ausencia de ella a su lado

-¿Qué quieres decir?

-Ella siempre la ha seguido majestad - tomo un paño y se puso a secar un vaso - incluso de antes que se rompiera la primera maldición

Lo mire y evalúe sus palabras, quizás tenía razón de cierta manera, había algo que siempre terminaba encontrándonos.

- Miss Swan me confesó hoy algo que no esperaba oír – le explique vagamente – digamos que me descoloco un poco el oírlo

-¿Puedo hacer una pregunta indiscreta su majestad?

Asentí con la cabeza invitándolo a seguir

-¿Cuál es la naturaleza que las une?

-¿Qué quieres decir?

-No son amigas, pero tampoco se odian – trato de explicarme y se acercó a mi bajando la voz – la conozco su majestad, puede mentirle al pueblo todo lo que quiera, pero sé que hay más de lo que muestran

Me aleje de él mirándolo evaluativamente antes de sonreír

-A la señorita Swan y a mí nos une la evolución Frederick

-¿La evolución?

-Así es, digamos que nuestra relación pasó por diferentes etapas que nos llevan a lo que tenemos hoy

-¿Y la evolución que tienen termina con ella en los brazos de un hombre que no ama y usted bebiendo para adormecer sus sentimientos?

Golpee la barra con mi palma abierta ante su atrevimiento

-Te prohíbo que sugieras o asumas algo sobre lo que no tienes idea Frederick

-Trabajo en este lugar hace más de 30 años majestad y he aprendido algunas cosas en este oficio – me contesto sin intimidarse ante mi arrebato – ¿Quieres saber cuáles?

Le di una mirada retadora a que siguiera

-La gente feliz no viene a estos lugares majestad, y miss Swan suele venir cada cierto tiempo y beber hasta el agua de los floreros, para luego marcharse en dirección hacia su casa murmurando maldiciones de lo débil que es – tomo mi copa vacía y la volvió a llenar – y lo que usted está bebiendo es lo mismo que solía servirle en los aniversarios de su ex prometido o cuando quería eliminar algún sentimiento

-Frederick...

Me calle al no poder encontrar palabras para pudieran explicar cómo una sola acción había cambiado mi relación con Emma años atrás, como explicar que un día discutiendo sobre sus deberes de Sheriff tras la muerte de Graham las palabras habían subido de tono y termine abofeteándola y empujándola contra la pared más cercana... ¿cómo le dices a tu consejero más cercano que no te conformaste con el golpe si no que la besaste hasta no poder decir basta? ¿Le cuentas que cuando los besos no fueron suficientes dieron vuelta una contra la otra a lo largo de la pared buscando dominar a la otra?

Cerré los ojos al verme embargada entre los recuerdos de aquella vez y como había logrado dominar a Swan bajo mi cuerpo, como había disfrutado chupar y morder sus blancos pechos una vez que se habían arrancado la ropa. Admitía que aquella vez fue una de las más excitante sesiones de sexo en su vida, Swan no parecía querer ceder el poder con ella y juntas habían terminado con una mano en la entrepierna de la otra buscando llevar a la otra al orgasmo... fue una competencia entre ambas en la que no hubo ganadores, termine derrumbada sobre ella por unos segundos cuando levante mi cuerpo sobre el de ella y acomode mi ropa sin mirarla.

Recuerdo el silencio entre nosotras y como con tan solo un cruce de miradas entre nosotras antes de que ella se marchara nos prometimos a no hablar nunca de lo que había pasado en esa oficina.

-Tuve sexo con Emma Swan

-Aquí tiene otra copa Regina, algo me dice que la necesitas.

Espero que les agradara... no duden en comentar si les gustaría alguna continuación...

Amor... gracias por hacer mejores mis días... y tb por darme ideas con tu curiosidad

Saludos desde Chile

Evolucion, por Regina MillsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora