Juana

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Había una vez una chica que estaba sola.

Había una vez una chica que amaba su vida, era feliz, tenía a sus amigos, una increíble familia y un novio que la amaba, no podía pedir más, creía ser afortunada, pero al caer la noche todo había cambiado, solo una noche basto para que su vida cambiara.

Caminó por los pasillos en los que nadie susurraban, llego al aula y a nadie le importaba, recibió dos cachetadas de aquellas amigas adoradas y un adiós maldita impregnado en su alma.

Corrió hasta los brazos de su amado y una lágrima salió al mirarlo, el era su todo pero ella su nada, todo había acabado, aquello había terminado.

Al llegar a casa los papeles sobre la mesa, las caras de tristeza, ella rogaba por fortaleza, solo dos palabras "nos divorciaremos" era todo, todo había acabado, todo había cambiado de un día para otro.

No se rendiría todo pasaría, ella sabía que al final todo se arreglaría, recordaba que alguien le había dicho que las tormentas más tortuosas creaban los más bellos arcoíris; trató de volver a hacer su vida, pero eso jamás pasaría, porque una vez la vida cambia jamás se recupera lo perdido y ella había perdido la sonrisa.

Necesitaba una salida, comenzó con dos pequeños cortes accidentales y ya no pudo parar.Cada nuevo corte era el recordatorio de que se fallaba a si misma.

La agonía no pasaría, ella perdía todas las batallas y las esperanzas yacían en la tumba de lo que había sido su felicidad.

"Terminare con esto" y con una larga línea con su vida terminaria, ella no murió, ella con tristeza seguía en este mundo, pero no sabía que a donde iría, cambiaria su vida para siempre.

Ella había fallado a aquella promeso de que todo pasaría y volvería ser feliz.

Día de ingreso: 22 de noviembre

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