Desperté por las voces del primer piso, hablaban, hablaban, hablaban y gritaban también de vez en cuando.
Me puse de pie, me diriji al baño, Me deshice de toda la ropa y me metí a la ducha, después de unos minutos cerré la llave del agua y me puse una toalla a mi alrededor, saliendo del baño en busca de mi uniforme.
El uniforme era una falda corta negra con blanco y una polera Blanca y unas pequeñas botas negras.
Luego de 15 minutos ya estaba peinada, pintada y vestida.
Baje la pequeña escalera la cual dividía mi cuarto con las de ellas.
- Liz! - Dice ashley al verme bajar la escalera
- Hola - dije tratando de sonreír.
No estaba emocionada, para nada, no quería ir a clases ya que si iría nunca más me librería hasta que fuera vacaciones.
- Hola - Dice Emma - ¿como has dormido? - Dice poniéndose sus botas
- bien gracias - le sonrió
¡mi mochila! ¡cresta!
Subí rápidamente la escalera, agarre mi mochila y baje nuevamente
- ¿están listas? - pregunte tímidamente
- si - dicen las dos al unísono
- ¿tenemos las mismas clases? - digo mirando a ashley, era la que me caía mejor
- si, vamos - Dice agarrándose de mi mano - llegaremos atrasadas
Salimos de la habitación, nos fuimos al ascensor para luego dirigirnos a la última sala
- permiso - dijimos todas al mismo tiempo ya que el profesor ya había comenzado la clase, si el profesor
¡mierda!
- adelante señoritas - Dice mirándonos
Me tape la cara como pude pero igual me quedo mirando
- ¿es nueva? - Dice sosteniendome del brazo
- para usted no - dije entre dientes mirándolo con odio
- pero para la clase si - Dice entre dientes - bueno alumnos tenemos una nueva compañera, su nombre es Lizzie grey
- Hola - dije roja como tomate
- puedes tomar asiento - Dice con una sonrisa en la cara- donde quieras
Camine hasta el último puesto vacío y me senté, miro a mi alrededor y ahí estaba Luis somerhalder ¡imbécil!, estaba con varios amigos más en los cuales eran lindos para decir verdad Pero no más que este gran profesor que tenía al frente, ese cuerpo, esos labios que alguna vez toque y que ahora son de otra mujer.
No quería seguir mirándolo, ni mucho menos pensándolo así que me acosté en mi mesa y me cerré mis ojos para luego caer rendida ante el sueño.
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- Liz, despierta - escuchó decir al profesor
- ¿m? - dije abriendo mis ojos
jung Jun me quedo mirando con esa sonrisa la cual me mataba, me incorporé y mire hacia otro lado
- señorita - Dice tocando mi brazo
¡no me toque, que después no me hago responsable de mis actos!
