CAPITULO 2. "Los capullos siempre regalan flores"

121 1 0
                                    

Asustada por las palabras que mi amiga acababa de decir, decidí ir a su casa para que me lo contara todo con tranquilidad.

Tuve la suerte de que aquella noche mi madre y su novio se habían ido de viaje, y no hubo problema en ir a ver a Tamara. Cogí mi sudadera XL gris, que me llegaba por medio muslo, unos pantalones cortos desgarrados por la parte de abajo, zapatillas, llaves, móvil y en unos minutos llegue a su casa.

Entre sigilosamente para no despertar a sus padres, entramos a su cuarto y mire fijamente a mi amiga esperando a que me contara lo sucedido. Se la veía destrozada, con restos de maquillaje corriendo por sus mejillas, debido a sus lágrimas. Le quite las lágrimas y maquillaje con un pañuelo que saque de mi bolsillo, me senté con ella sobre la cama y le dije.

- Cielo, cuenta me que ha pasado.

+ (Miro al suelo y comenzó). Todo iba bien Paula, dimos una vuelta y al rato fuimos a cenar, nos besábamos, reíamos y era todo perfecto. Cuando termino la cena, me dijo que su casa estaba sola esta noche, y que si quería podíamos ir para estar a solas y mas tranquilos; le dije que claro, por que no? Solo tenia ganas de que la noche no terminara.

Cuando llegamos fuimos a su cuarto y trajo dos copas ya servidas de champán, brindamos y bebimos; comenzamos a liar nos y el ambiente se empezaba a calentar, yo me sentía algo mareada y pasota, no sabia porqué.

Cuando ví que la situación, se me iba de las manos le dije: "no me encuentro bien, vamos a dejarlo para otro momento, además estoy algo mareada" y el me contesto "es lo que pretendía con la pastilla que metí en tu copa de champán." Al escuchar esto, un sudor frío recorrió todo mi cuerpo Paula, e instantáneamente me incorpore, pero no sirvió de mucho, porque me caí al mismo hacerlo.

Me agarro muy fuerte, no me soltaba y no paraba de meterme mano.

Comencé a llorar, porque no me podía ni mover, y solo quería irme a casa.

Pero, justo cuando ya lo daba todo por perdido, y empezaba a desabrochar los primeros botones de mi blusa, llegaron sus padres .

Dio un salto apartándose de mi, me miro con rabia y dijo: "has tenido suerte, vete por la puerta de atrás".

Me levante como pude, pero, antes de salir, le di un guantazo en toda la.cara, con todas mis fuerzas, mis dedos se quedaron marcados en su mejilla derecha y tras eso le dije:"esta es la última vez que me tocas, hijo de puta. Llamare a la policía si te me acercas". Se limito a asentir con la cabeza y no articular palabra.

Salí corriendo de allí, y aquí estoy.

*

Después de contarme todo aquello, me di unos segundos para asimilar toda esa información.

Al rato le di un abrazo muy fuerte, de esos que dicen mas que cualquier palabra, después del abrazo le dije:

-Menudo cabronazo, mas le vale ni mirarte, porque sino se va a enterar... Sé que no te servirá de mucho esto, pero creo que de todo lo que podía haber pasado, ha sido lo 'mejor' y has tenido suerte de que sus padres llegaran.

+Si bueno(dijo mientras secaba sus ultimas lágrimas). La verdad es que esto me pasa por ser tan lanzada y no hacerte caso, ya he aprendido la lección, tarde o temprano me pasaría(sonrió amargamente)

- Anda, lo importante ahora no es eso, sino que estas bien y no ha pasado nada.

+Te quedas a dormir? (dijo con una voz casi inaudible)

- Pues claro que me quedo tonta, así hacemos fiesta pijama jjajajajjajaaj

*Tras este tonto comentario ambas reímos como dos crías y empezamos a hablar de mil cosas, olvidando lo que acababa de pasar, al menos por el momento...

El diario de Paula.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora